Existen muchos temas que son importantes en nuestra vida por el impacto que tienen y uno de ellos es la comunicación, misma que se convierte en un eje rector porque define nuestro ser y la calidad de nuestras relaciones. Sin embargo, muchas veces el tema no cobra el sentido que realmente tiene como para ahondar en él y trabajarlo en los diferentes escenarios en los que se requiere como la interacción que tenemos con nuestros padres, hermanos, jefes, maestros y nuestra pareja.
La relación de padre a hijo tiene diferentes tratamientos según estos vengan de matrimonios o de solteros. La ley presupone que los hijos nacidos de un matrimonio fueron concebidos por los esposos, lo mismo sucede con los hijos derivados del concubinato, en donde se supone que ellos son los padres. Sin embargo, esas presunciones pueden ser atacadas, es decir, los esposos o los concubinos pueden desconocer al hijo como propio.
La palabra perdón es muy compleja, evoca esa posibilidad de que una persona le ofrezca a otra una disculpa por algún error y que la persona afectada este dispuesta a un borrón y cuenta nueva.
Mayo, mes del festejo de las madres y los maestros, nos invita a múltiples cuestionamientos sobre temas de parentalidad, pareja y familia, preguntas cotidianas que nos permiten valorar o devaluar a nuestros propios padres y nuestros abuelos. ¿Qué tan difícil es ser mamá? ¿Dónde se aprende a ser una buena madre? ¿Fueron nuestros padres los que hubiéramos querido?
Un bebé ocupa más espacio del que podemos imaginar...
Nadie nos enseña a ser padres, y son los hijos quienes nos colocan en ese lugar. Somos padre o madre porque alguien nos llama así, concediéndonos un lugar que determinará para siempre su vida y la nuestra.
Todavía en estas épocas es común que las señoras “renuncien a su apellidos y tomen los del esposo”, eso es una reminiscencia de tipo social, que causa innumerables problemas jurídicos, ya que una persona al ser un ser único e irrepetible, deberá de contar con un solo nombre que la identifique, el cual contendrá los apellidos paterno y materno y el apelativo correspondiente.
El amor como afecto es considerado como una experiencia universal. ¿Será que puede tener un poco de masculinidad y un poco de femineidad? La femineidad es un elemento psíquico, una característica de la personalidad sana, que se transmite de generación en generación. La cultura y los cambios sociales modifican su presentación y exteriorización. No es lo mismo la presencia de la femineidad ahora que hace 50 años.
Las caricias son sumamente importantes en el desarrollo del ser humano. La potencia para el funcionamiento positivo del ser humano esta dada por la cantidad de caricias positivas adecuadas que acumulamos y que proporcionan vida, felicidad y autonomía.
A lo largo de nuestra trayectoria hemos observado una gran cantidad de parejas con problemas de infidelidad o de agresión mutua, lo cual crea un gran distanciamiento en ambas partes.
Llama la atención que un matrimonio o unión libre nacen fundamentados en el amor y que si ese amor y comunicación no son lo suficientemente claros y profundos, surgen los conflictos en diversas materias, pero especialmente aquellas que repercuten en el ámbito legal.