El sexo y el amor no se deben de confundir, son dos cosas diferentes aunque tienen muchas similitudes y al mismo tiempo divergencias que numero a continuación.
Es muy importante no perder de vista dos consideraciones; (a) Que estamos en un nivel de sospecha y (b) Qué tan buena es la relación con mi pareja. Bajo estas dos consideraciones, existen gran cantidad de respuestas, sin embargo las más generales me parece que pueden ser estas.
El apego emocional hacia otro/a, con el deseo de integrar una unión que les lleve a la interdependencia sentimental o amor, ya sea sexual o no, es un proceso esencial en el desarrollo equilibrado de toda relación íntima, de la adolescencia en adelante.
María departía con sus amigas del tenis y tras varios sets quedaron de ir a comer, ya en la sobremesa una de ellas, Lulú, se levantaba y ausentaba con los ojos enrojecidos, pidiendo una disculpa.
¿Qué le sucede? Se preguntaban las señoras sentadas en la mesa.
-No sé, le llegó un mensaje y ya ves como se puso, suspiraba fingiendo inocencia la chismosilla del grupo, Viviana…
Alguien dijo un día con toda convicción, “Si hay duda, no hay duda”.
Definitivamente ésta afirmación no tiene la verdad absoluta, ya que por experiencia, hemos notado que un muy alto número de personas se equivocan en sus apreciaciones respecto al comportamiento de sus parejas.
Cuando de celos e inseguridad se trata, es más fácil pensar que las causas de los problemas están en el mundo real y en el mundo interno, que en la fantasía o en las inseguridades que cada uno de nosotros ha sentido.
Considerando estos dos temas ambos implican una tortura ya que la psique, el cuerpo y el corazón se ven afectados por la incertidumbre, la desconfianza y la angustia, que provocan punzones clavados en lo más profundo de nuestro ser.
Hay muchas maneras de averiguar si existe una infidelidad o no, generalmente cuando “hay duda, no hay duda”. Pero antes de llegar a este punto yo recomiendo dedicarle tiempo todos los días a la relación y a la pareja
En nuestra cultura, existen lenguajes ocultos; que le indican a la misma comunidad con quienes sí deben casarse, del porqué sí o del por qué no, las que comentaremos en la parte final de este documento. Ahora veremos a un “agente consumidor de matrimonios”:
Los Celos.- Entre las causales más comunes para que un matrimonio fracase, están los celos, sean por supuestas o reales infidelidades, por celos profesionales, afectivos, etc. Pero siempre habrá un pequeño o gran ingrediente de celos en una ruptura sentimental.