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Jeanette Rafer

Acoso o bullying sexual.


En esta época post-moderna en la cual “todo está permitido” … el niño, el adolescente y el adulto se encuentran inmersos en una constante visualización de imágenes de desnudos, de seducción, de pornografía…

imágenes que aparecen en anuncios, telenovelas, películas y otros; estas generan, en muchos de ellos, estados de erotización que en ocasiones los llevan a actuar y aplicar el bullying sexual o acoso sexual.

Hablar de bullying sexual es referirse a un acoso constante, contra alguien y con intención. Ante ello la Fundación Televisa, en uno de sus comunicados, describe las siguientes conductas y actitudes donde se ejemplifica dicha problemática, especialmente en niños:

• Cuando se toca con mala intención a una persona. Aprovechar la distracción de la otra persona para hacerlo y después no dar la cara. Nunca se debe jugar con este tipo de actitudes, no son bromas.

• Cuando se sube la falda o bajan los pants. Esta supone entre los niños un juego o broma, sin embargo, es humillante para alguien el ser agredido de esta manera.

• Cuando existe una presión constante para hacer algo que la persona no quiere hacer. Ya sea dar un beso o ver pornografía, es agresión sexual.

• Cuando hay manipulación: “Haz esto o te va mal”, “Te voy a dejar si no lo haces”, “Ya no me quieres”, “Eres tonto si no”. << Cuando alguien te quiere nunca te va a condicionar su amor. Quien lo hace es porque no te quiere, en realidad >>.

• Cuando hay intimidación: es normal que te llame la atención alguien del sexo opuesto, pero fingir que alguien te gusta para luego humillarlo, también es bullying.

Este tipo de bullying puede llevar o incitar problemas mayores como el abuso sexual, cuyo significado en sí es “el uso de la fuerza para obligar a alguien a tener relaciones en contra de su voluntad” y sabemos que es un delito penado por nuestras leyes.

En el niño abusado, es muy frecuente encontrar sintomatologías como:

1.- Deterioro en las habilidades sociales y de aprendizaje.

2.-Niveles de ansiedad elevados.

3.- Baja autoestima.

4.-Depresión.

5.-Trastornos disociativos (fallos en la memoria, conciencia o percepción).

6.- Bajo rendimiento escolar.

7.-Conocimientos detallados de actos sexuales.

8.- Aumento en las manifestaciones agresivas.

9. Alteraciones en su sexualidad (de identidad, disfunciones psicosexuales o parafilias).

10.-Dificultades en relación a los propios hijos.

Desafortunadamente el abuso sexual infantil es tan antiguo como la humanidad misma. Es una problemática originada en la estructura familiar, en la cual ha prevalecido el maltrato y la seducción.

Los investigadores: el Dr. Pedro Fernández y su grupo de estudio psicoanalítico plantean que “En el abuso sexual infantil (el cual por definición no se efectúa a través de la violencia sino de la seducción), generalmente el padre, o alguien que ocupa su lugar en virtud de un compromiso emocional especial con la familia, manipula sexualmente a uno (o varios) de los hijos, menores de edad, interfiriendo de esta manera con su desarrollo normal”.

La agresión es un juego de poder, reflejo en muchos de los casos de aquello que se vivió: maltrato, necesidad de control, juego de poder y: “Una sociedad violenta, manifiesta lo que se vive en familia”.

Actualmente, por los medios de comunicación y las leyes que protegen al menor, se ha conseguido un gran avance en el cuidado de la víctima y en la prevención, pero aún queda mucho por hacer, sobre todo para evitar que los abusos comiencen desde edades muy tempranas. Este es un tema que requiere de atención y solución.

*Referencias: Pedro Fernández, Berta Elena Fonseca, Luzmila Grajales, Marta Lapacó, Sara Patricia Moreno de Coral, Fanny Sabogal de Laverde. ABUSO SEXUAL INFANTIL Y ESTRUCTURA FAMILIAR INCONSCIENTE. Grupo de Estudio Psicoanálisis de Familia y Pareja, Sociedad Colombiana de Psicoanálisis.

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