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Aprender a discutir: ¿se puede reglamentar cómo discutir con la pareja?


Mencionan todos los expertos que uno de los factores más importante para lograr mantener adecuadamente una pareja es el compromiso que han logrado, la sexualidad y la comunicación.

La comunicación refiere a todas esas formas, ya sea verbales o no verbales que sirven para estar en contacto con los demás. Especialmente con la pareja que se ha elegido.

Incluyo todo aquellos que se dice verbalmente y lo que no se dice pero que se expresa de alguna manera. A veces siendo consciente y a veces, siendo inconsciente.

A veces con palabras y a veces con gestos, sonidos, muecas, tonos, sonidos, miradas, posturas, etc.

Las parejas que ya tiene varios años conviviendo juntas suelen entenderse estas expresiones sin la necesidad de usar palabras, por eso se dice que hasta se adivinan los pensamientos. Aunque muchas veces si saben que puede estar pensando o deseando el otro, muchas veces se equivocan, lo cual suele generar molestias entre los mismos.

Es mejor no estar en eso de adivinar que piensa el otro, y yo sugeriría que exista la costumbre de preguntarle a la contraparte en que está pesando y que es lo que le pasa o cómo fue su día sin estar tratando de atinarle a las posibilidades, que pueden ser muchas.

Esta es una fuente de conflictos muy común, que está basada en el mito de que supuestamente el verdadero amor implica saber todo lo que le pasa al amado o la amada. El amor no hace transparente a nadie, y siempre es importante estar al tanto que cada día nos ofrece muchas oportunidades de nuevos retos.

Cuando una pareja entra en un momento de conflicto, es común ver que los juegos de poder entre ellos hacen su aparición.

¿Quién de los dos tiene la razón? ¿Quién grita más fuerte? ¿Quién se equivoca y es criticado por el que se cree perfecto? ¿Quién hizo algo fuera del reglamento expreso?

Así podemos encontrar que hasta olvidan la verdadera razón de la disputa, y se entrelazan en discusiones inútiles que los llevan a quedar lastimados emocionalmente.

Una sola persona enojada a la vez, decía mi abuela, y ya que esa primera se calme entonces, podrá la otra, comenzar su proceso de enojo. Parece imposible, pero si cuando discutimos con nuestra pareja nos acordamos que vamos de uno en uno, que no vale la pena subir la voz y que cuando alguien gana una discusión, provoca que ambos pierdan, entonces podemos cambiar nuestra forma de discutir en pareja.

Esto último, de que si alguien gana, pierden los dos, refiere al sentido de que cuando una parte vence a la otra sin llegar a acordar o a negociar el mal entendido , la sensación de que uno es más poderoso que el otra permite que emerjan sentimiento de devaluación, heridas narcisistas , sometimientos inútiles que generan en la pareja que supuestamente perdió en la discusión , sentimientos de asimetría que, tarde o temprano provocan imperiosos deseos de venganza, retaliación , odio y malestar que a la larga dejan tóxica a la pareja.

Piénsalo bien, Mejor un juego amoroso de discusión, que un pleito errático y sin trasfondo,

Te invito a que descubras como discutir o negociar con tu pareja de forma humana y sana, con un estilo de discutir sensible y valiosos, con el objetivo de ganar- ganar donde tener diferencias sirva para enriquecerse y no para lastimarse.


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