Hablar de infidelidad es referirse a necesitar, a tener la costumbre, a la tradición de no ser la persona más importante en la vida amorosa de tu esposo, novio o relación amorosa – sexual. Es siempre una mentira, un engaño, hasta una traición, según conceptualices el amor. Existen problemas de comunicación entre la pareja, falta de satisfacción amorosa y es de las más importantes causas de divorcio o separación hoy en día.
Nunca es una confusión, revelación o una gran sorpresa en estos tiempos, encontrar conversaciones francamente erótico-sexuales o sexting en diferentes sitios de redes sociales o aplicaciones de mensajería instantánea.
En la actualidad, esto se debe a una adaptación al mundo que vivimos, se dice que el amor es líquido, fugaz, siempre hay la necesidad humana de ser la ´nica persona en la vida amorosa de nuestro compañero. Se dice también que somos polígamos por naturaleza, por instinto, pero eso no existe, los seres humanos podemos ser conscientes de nuestros actos y el instinto no es tal en nosotros, porque no está grabado en nuestro código genético de apareamiento y reproducción como en los animales. En nosotros de llama pulsión (que según Freud, es la energía de vida) que puede ser depositada en cualquier lugar de nuestro cuerpo y mente; puede ser controlada por el súper yo (es decir, el deber ser) o puede llegar al goce por medio de las experiencias del ello (querer vivir siempre en el placer). Se recomienda ver la película: “El Imperio de los Sentidos”, 1979.
El ser humano puede llegar a ser bestial o sublime según sea su crecimiento como una persona educada en la sensibilidad, en la empatía, en la compasión (bien entendida). Se sugiere la lectura del libro: “La compasión” del Dalai Lama. De esta manera se desarrollan valores sociales, morales, espirituales para así al final llegar a ser un “persona” sana y no solamente un ser de la raza humana.
La infidelidad en una persona educada de esta manera, no cabe en el código de valores éticos. Perdonar después de una falta de fidelidad, es un asunto de cada individuo porque el valor más importante en una relación de pareja es la “confianza” y la recuperación de ella requiere que haya condiciones en las que prevalezca el amor como para dar la oportunidad al “otro” de reparar su error, su desliz, su “dejarse” llevar por ende las consecuencias de sus actos.
En mi experiencia, el perdonar se torna complicado cuando la parte ofendida no puede dar el espacio y tiempo para reparar, reencontrar, replantear la relación.