El perdón es un concepto muy amplio, tiene muchísimos puntos de vista, contextos, interpretaciones, por ejemplo, el perdón religioso, el perdón psicológico, etc.
Por los años que tengo de casada, he “perdonado” muchas veces a mi marido. Les comparto que además de ser cónyuges hemos sido socios en nuestro negocio por 27 años. Los primeros años fueron muy difíciles porque separar negocio de matrimonio y familia era un reto que no lográbamos alcanzar.
En muchas ocasiones se desesperaba porque las cosas no salieran bien y a tiempo, y el modo de expresar su desesperación era bastante agresiva y ofensiva. Viví muchos años con rencor y atada a resentimientos, tardé muchos otros en entender que las agresiones no eran para mí, sino que era la forma en la que él manifestaba su miedo basado en la gran responsabilidad de sacar a su familia y al despacho adelante.
Lo primero que me van a decir es que no es lo mismo mi historia que una infidelidad, y estoy completamente de acuerdo. Lo que intento es cambiar el enfoque de cómo interpretamos las cosas. Normalmente el que sufre la infidelidad espera que su pareja le pida perdón, a mí me parece que el otorgar un perdón está lleno de soberbia; dentro de todo ¿quiénes somos para perdonar a alguien?, ¿podríamos lanzar la primera piedra, libres de pecado?
El daño de por sí se lo hace el infiel a sí mismo, ha sido infiel a sus creencias, a sus compromisos. Si “el infiel” está interesado en que la relación continúe y es sincero con la intención de que no vuelva a suceder, pues tendremos que decidir en forma muy personal, si continuamos o no. Aquí nos vienen un montón de creencias, de programaciones culturales que hemos recibido desde nuestra infancia… “¿Cómo voy a poder confiar en él/ella otra vez?”, cuando en realidad la fuente mayor de nuestra confianza está en nosotros mismos… “¿Cómo voy a volver a estar con él/ella sabiendo que estuvo con otra/otro?” Si me bajo del pedestal de soberbia y logro sintonizar las antenas para detectar si es sincero/a, la oportunidad es para ambos, pues en una infidelidad la falla es de ambos… Aunque la infidelidad en sí tiene su perfil psicológico, normalmente sale uno a buscar lo que no encuentra en casa, entonces… ¿De qué vamos a perdonar?
Conclusión: en caso de infidelidad, ve lo que realmente quieres, ve a lo que estás dispuesta, cada caso es diferente y recibimos consejos como si fueran recetas infalibles para todos los casos. La verdad de lo que quieres está dentro de ti, pon a tu mente a trabajar a tu favor, no en tu contra. ¡Suerte!
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