Se acuerdan que en el escrito del mes pasado les compartí la travesura de que me habían invitado a platicar sobre SEXO en una conferencia internacional? Pues les quiero contar un poquito de cómo me fue. Estuve en esa gran invitación internacional del 5 al 8 de abril, en la ciudad de Lima , durante dos días intensos de trabajo muy formal, para intercambiar reflexiones con muchos otros profesionales de diferentes campos del conocimiento haciendo una jornada interdisciplinaria, novelistas de Inglaterra, un Lord que es como un senador que fue el que ayudo a los ingleses a hacer la paz con Irlanda, un periodista francés, u psicoanalista Colombiano, otro Argentino , otra psicoanalista que trabaja con niños y muchos peruanos atreviéndose a ver como discutíamos si el sexo, la sexualidad, el mundo real y el virtual habían cambiado y seguirán haciéndolo para retar a los adultos a seguir modificándose . Claro está que comencé aprovechando la oportunidad para denunciar que hay una gran diferencia entre la educación formal y la verdad real, es decir, que nos educan para ciertas cosas que no son posibles, y que esto nos generan mucha angustia pues entonces quedamos en el lugar de lo malo o lo imperfecto. Algunas posturas en relación a la imposibilidad de la monogamia, es decir, cuestionar siempre si el pacto de la monogamia es posible o no en cada pareja, ya sea homosexual o heterosexual. También mencioné la importancia incluir a la traición como parte de lo natural de las relaciones humanas, y que lo natural es eso, traicionar , entonces para poder no traicionar hay que aceptar que tenemos que trabajar internamente dentro de cada uno de nosotros, no traicionar como objetivo humano, y no me refiero solo a la traición sexual. Me refiero a todas las traiciones que hacemos, a los amigos, a los trabajadores, a los enemigos, a uno mismo, muchas veces sin querer y que se relaciona con los roles que debemos cumplir en la vida. La cultura impuesta así visto, puede ser sentida como violenta, porque impone y ejerce poder sobre nosotros y no con golpes, o las armas, es la transmisión de las formas, es la palabra del deber ser que hay que seguir. Es la ley que organiza a nuestra sociedad. la necesitamos, y aun así nos puede parecer que violenta nuestra forma natural de ser. Esta reflexión es complicada, no termina pues cada día podemos transitarlo sin pensar, sin embargo, pensarnos como personas sociales nos hace bien, nos ayuda a darnos cuenta de que significa vivir en sociedad y las regla a las que estamos expuestos. La filosofía está más cerca de este problema, ¿han escuchado lo que dice Zizek? Es un filósofo europeo de nuestro siglo. Dice que todos tenemos miedo a saber quiénes somos, y que el equilibrio emocional puede ser perturbador. El amor crece del desequilibrio y que amar es un acto violento, por el cual selecciono a una persona frágil y la pongo por encima de todo lo demás. Entonces el amor no cura, sino desequilibra Además dice que el sexo es bueno, pero que el verdadero goce no está en el cuerpo sino en hablar del sexo después.
¿Tú qué opinas?