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Javier Fierro

¿Hablar de sexo? ¡cómo crees!


Hablar de sexo entre una pareja ha sido por años un tabú cultural que nos ha privado del pleno goce y disfrute de nuestra sexualidad. Si proponemos alguna posición o fantasía sexual, nuestra pareja tiende a pensar que alguien más nos la ha enseñado, cuando iniciamos de la nada un repentino intercambio de caricias pareciera que nunca nuestros termómetros están sincronizados.

Es indispensable desaprender lo aprendido en nuestra vida y reaprenderlo de acuerdo a la nueva circunstancia de vida. Es decir, la mayoría de los baby boomer’s y de los pertenecientes a la generación X, tenemos la creencia de que en el sexo, todo se da por sí solo y tendemos a tener relaciones sexuales en una misma posición que nos lleva a encuentros sexuales que se vuelven monótonos, aburridos y tediosos. Esta situación orilla especialmente a las mujeres a fingir orgasmos de manera rutinaria para acabar más pronto, de sufrir.

Esta práctica se ha visto incrementada con el creciente nivel de consumo de alcohol por parte de ambos miembros de la pareja y toda la parafernalia para mejorar el encuentro sexual de la pareja; desde lociones, ungüentos, juguetería hasta lencería disponibles a la venta libre en las sex shops, templos de erotismo que más que alentar a la población mexicana a una vida sexual plena, han cohibido aún más la disposición de nuestros compatriotas a abrir sus horizontes y ampliar sus prácticas para satisfacer una muy bien oculta vida sexual.

Lo anterior debido a que muchas parejas incapaces de considerar esta apertura, tienen aventuras pasionales y encuentros sexuales secretos que caen dentro del rubro de la infidelidad. Este es el tema que nos atañe: La infidelidad derivada de la insatisfacción sexual dentro de la pareja que los lleva a buscar nuevas parejas sexuales con diferencia de edades, de nivel sociocultural, económico e incluso de grupo étnico. Lo cual no sería inadecuado si estas relaciones no nacieran del engaño, la traición, la deshonestidad y peor aún, la falta de comunicación al interior de la pareja.

Hablar de sexo–sexualidad es hablar de las emociones derivadas de los acercamientos erótico sexuales, es decir, experimentar el recorrer el cuerpo para provocar el deseo de estar juntos y así proporcionar el placer de la completud; recordando el bienestar de los primeros días de vida en donde nuestra madre nos erotiza haciéndonos sentir, enseñándose a que hay momentos de plenitud psíquica, emocional y físico.

Así que hablemos de sexo con nuestra pareja y evitemos este cúmulo de problemas que derivan de ello. ¡Suerte!

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