La violencia es un tema victimario de todos; ha tocado a cada uno de nosotros, directa o indirectamente, sin excepción. Así, todo el mundo tiene algo que opinar sobre la VIOLENCIA, levanta nuestros peores temores y nos recuerda lo vulnerables que somos.
Desde las catástrofes naturales como el terremoto del 85, pasando por derrumbes económicos, crisis sociales, brotes guerrilleros, distintos tipos de abuso como el secuestro, la tortura y algunas variedades de violencia intrafamiliar hasta violaciones, abortos, incestos, etc. Nos debemos preguntar ¿Qué está pasando en nuestro país?
Hay falta generalizada de valores éticos, cívicos y morales; bajo nivel cultural; crisis económicas; bajos salarios; mal sistema de impartición de justicia; corrupción; impunidad; cuerpos policiacos insuficientes e infiltrados… y así podría seguir la lista.
Los primeros signos de violencia se observan desde la infancia, un ejemplo claro es el Bullying, por eso la importancia de seguir hablando y explicando este fenómeno, el cual ocurre sin importar el nivel socioeconómico y no excluye a ninguna escuela.
Ya explicadas las características y definiciones de Bullying, procedemos a dar consejos de cómo prevenirlo, solucionarlo y ayudar a las víctimas y victimarios:
Para ayudar a una víctima de Bullying se debe:
- Demostrarle apoyo y cariño, decirle las cualidades que vemos en ella.
- Animarla a romper con el silencio y denunciar al agresor.
- Ayudarle a ver que no es su culpa.
- Dedicarle tiempo.
- Dejar que exprese sus sentimientos sin descalificarlos.
- Ayudarle a integrarse a un grupo de amigos.
- Fomentar la práctica de un deporte o iniciar alguna actividad artística.
- Propiciar situaciones en las que pueda tener éxito y construir su autoestima.
- Desarrollar habilidades y estrategias para que resuelva sus problemas por si misma.
¿Cómo detectar al agresor o al Bully?
Estas personas siempre…
- Quieren imponer su voluntad.
- Tienen poca tolerancia a la frustración.
- Son intolerantes y demandantes con sus compañeros.
- No respetan reglas.
- Les gusta tener la sensación de poder.
- No saben perder.
- Inventan apodos, rumores o mentiras.
¿Cómo ayudar a un Bully?
Para solucionar la conducta desde su origen primero debemos de comprender de dónde viene, qué la provoca y reconocer de dónde nace su enojo y malestar.
- Ayudarle a reconocer sus sentimientos.
- Desarrollar habilidades de comunicación.
- Estimular la capacidad de autoreflexión.
- Mejorar el ambiente familiar.
- Crear conciencia del daño que causa a los demás.
- Poner límites claros.
- Provocar en el niño bully una sensación de que es cuidado y protegido por alguien.
Lamentablemente este tipo de conductas se ha extendido fuera de los límites de edad y entornos sociales como la niñez, adolescencia y escuelas, es ahora un problema de adultos también.
¿Cómo detectar a Bully adulto?
Los adultos que bullean a los demás, vienen de una infancia traumática; vivieron mucha injusticia durante su infancia, debido a ello fueron decepcionados por sus padres, quienes los humillaron, hicieron sufrir e internalizaron en ellos reglas anormales o eran corruptos.
Los adultos Bully se caracterizan por el odio que sienten hacia esta situación. Tienen la la necesidad de destruir a la gente buena, por la intensa envidia que sienten hacia ellos, por su ausencia de valores. Lo más grave es cuando no sienten culpa, por tanto, no les da miedo el dolor, ni sufrir. Ellos suelen ser muy irresponsables con el dinero; en sus relaciones explotan al otro y siempre están viendo qué pueden sacar a la otra persona. En su convivencia con los demás son manipuladores y no les interesa el otro; tienen intolerancia a la ansiedad y se sienten crónicamente vacíos, por lo que recurren a las drogas, al alcohol. Estas personas no tienen la capacidad de enamorarse.
Existen dos tipos de Bullys:
Pasivo: no es físicamente peligroso. Acostumbra mentir. No paga las cuentas, hace cheques falsos y usualmente ha tenido problemas con la autoridad.
Activo: suele estar armado, roba, abusa sexualmente, mata, secuestra, conductas criminales cien por ciento desarrolladas.
Los Bullys son rápidos en leer a los demás, para manipularlos y aparentan una rápida intimidad con los otros. En realidad, no confían en nadie, ven a los demás como deshonestos. No no hay reglas para ellos, tienen una vida parasitaria, les causa ansiedad trabajar y no pueden participar en actividades familiares o en grupos.
Siempre buscan el camino corto para obtener dinero y fama; buscan placer en el aquí y el ahora, son el tipo de personas que llevan una doble vida. En cuestión de personalidad son manipuladores, seductores, promiscuos, su historial amoroso está lleno de muchos divorcios, separaciones y acostumbran a abusar de la pareja. (Salman Akhtar 1992)
Se cobran lo que sufrieron en su vida:
la deuda de su gran orfandad ha sido pagada.
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