Durante los recientes sismos que ocurrieron en México, en los que la sociedad civil se ha volcado a las calles a ayudar, en gran parte donando víveres, herramientas, medicinas, ropa y artículos de primera necesidad, hubo muchos rumores de que autoridades locales y federales, obstaculizaron la entrega de dichos bienes e inclusive, prácticamente confiscaron los artículos, para posteriormente utilizarlos políticamente, ya sea porque supuestamente pretendían “pararse el cuello” o incluso se dijo que para cuestiones electoreras.
A este respecto aclaro, que personalmente carezco de elementos sobre la veracidad de dichos rumores, no me consta, pero tampoco me pasa inadvertido que “cuando el río suena, es porque agua lleva”. No soy indiferente al hecho de que, los gobiernos o determinadas instituciones, pueden tener mecanismos para distribuir la ayuda con mayor eficacia, esto podría pretender “justificar” si es que ocurrió, lo que sostienen los rumores.
Quiero precisar que, en términos generales, conforme a la legislación mexicana, nadie puede impedir a una persona con capacidad legal a que realice donaciones a otra persona. No se requieren permisos de las autoridades, ni puede existir una confiscación de bienes, como aparentemente ocurrió en algunos lugares.
Digo en términos generales, porque existen a mi juicio dos excepciones, en las que podría justificarse legalmente que se impidiera a alguien efectuar una donación, desde luego, partiendo de la premisa de que se trata de artículos que legalmente pueden estar dentro del comercio, como lo son artículos de primera necesidad, víveres, etcétera:
1.- Los padres o tutores de un menor o incapaz, sí tienen el derecho de impedir que se realice una donación, si consideran que no es benéfica o es perjudicial para el menor o para el incapaz, lo cual, es evidentemente lógico. Las personas que ejercen la patria potestad o la tutela sobre otra persona, están obligadas a salvaguardar su bienestar y podrían existir situaciones en las que una donación, lejos de ayudarlos, los perjudique. ¡Se los dejo a su imaginación!
2.- La otra excepción, es en el caso que está contemplado en el artículo 29 de nuestra Constitución Política, que establece que “En los casos de invasión, perturbación grave de la paz pública, o de cualquier otro que ponga a la sociedad en grave peligro o conflicto, solamente el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, con la aprobación del Congreso de la Unión o de la Comisión Permanente cuando aquel no estuviere reunido, podrá restringir o suspender en todo el país o en lugar determinado el ejercicio de los derechos y las garantías que fuesen obstáculo para hacer frente, rápida y fácilmente a la situación; pero deberá hacerlo por un tiempo limitado, por medio de prevenciones generales y sin que la restricción o suspensión se contraiga a determinada persona…”.
Solamente se pueden restringir los derechos y garantías de los gobernados: (1) cuando se ponga en peligro o conflicto a la sociedad; (2) siempre que exista una declaratoria específica; (3) por tiempo limitado; (4) para que no se obstaculice hacer frente a la situación; (5) decretada por parte del Presidente de la República y con aprobación del Congreso.
En otras palabras, en caso de que existiese tal declaratoria, podría considerarse “legal” que las autoridades confiscaran los bienes que la sociedad pretende donar. A este respecto, cabe decir que la suspensión de derechos tiene como propósito controlar y ordenar una situación, por lo que, a mi juicio, la suspensión debe conllevar otras acciones que la justifiquen, como podría ser, en el caso de las donaciones de la sociedad civil, organizar los víveres y artículos para que lleguen a quienes lo necesitan de una manera efectiva.
En el caso específico de los recientes sismos ocurridos en nuestro país, no existió tal declaratoria, por lo que, es absolutamente ilegal que una autoridad impida, desvíe o confisque los artículos que la sociedad civil ha estado donando.
Espero que solo se trate de rumores y qué desafortunado si no es así. Por otra parte, siempre tendremos el orgullo de ser mexicanos y de pertenecer a una sociedad que se volcó a ayudar a su prójimo.