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Cindell Hernández

Mi hija me descubrió siendo infiel, ¿cómo sanar nuestra relación padre e hija?


La infidelidad lleva como una marca maldita el sello de traición. Al iniciar una relación de pareja se crea implícitamente un compromiso de lealtad, respeto y exclusividad.


La infidelidad implica romper con ese compromiso y la ruptura en la confianza es inevitable. Las personas infieles son señaladas dentro del ranking de las peores personas del mundo y es uno de los actos imperdonables en la humanidad. Salvo en aquellas personas que llevan, lo que llaman hoy en día, una "relación abierta". Ellos están libres de la marca.

Quise exagerar el juicio sobre la infidelidad para llegar a una pregunta: ¿qué pasa cuando en la pareja donde hubo una infidelidad hay hijos? Estos juicios podrían tener mayor peso y hay quien dice que cuando hay hijos en una relación y uno de los miembros de la pareja es infiel, le está siendo infiel también a los hijos ¿Qué tal real puede ser esto?

La infidelidad en la pareja puede sanar, superarse, se dan explicaciones, pasan los conflictos, se llegan a acuerdos, se reconstruye la confianza, todo queda dentro de la relación de pareja, pero ¿cómo les explicas a los hijos una infidelidad? ¿Qué puedes decir y qué no? Y más cuando tu hija te descubre siendo infiel. Imagina la carga emocional que esto puede generar.

En este sentido quisiera hablar desde dos perspectivas, una de ellas es el apego. El apego es el lazo afectivo que se genera entre los bebés y los cuidadores principales, en caso de que no haya papás, de lo contrario el apego se genera principalmente con la madre; sin embargo, también existe un vínculo con el padre en la medida en la que el padre se involucre con el cuidado del hijo. Desde el apego los niños utilizan a los padres como figuras de seguridad y bienestar. El tipo de apego determina la relación entre los hijos y los padres. Por lo tanto, el apego es la relación implícita que existe en esa relación, que conlleva compromiso, respeto y confianza.

La otra perspectiva de la que quiero hablar es de la diferencia entre la pareja amorosa y la pareja parental, pues no necesariamente van ligadas una con otra. La pareja amorosa se refiere a la relación de amor que se establece por elección con otra persona y que evoluciona con el tiempo dependiendo de los intereses de ambas partes. De esta relación puede surgir la pareja parental cuando se tienen hijos. La pareja parental es la alianza que se construye entre mamá y papá o lo cuidadores inmediatos con el objetivo de establecer los roles encargados de la educación, crianza y cuidado. En este sentido la función como pareja parental tiene más impacto que la pareja amorosa.

Ya que he explicado estos dos puntos retomemos la pregunta ¿Cuándo se le es infiel a la pareja también se le es infiel a los hijos? Y ¿Qué pasa cuando mi hija me descubrió siendo infiel? Desde el apego podría decirse que sí puede existir una ruptura en la seguridad y compromiso en la relación padre e hija. Desde el punto de vista de la pareja amorosa y la pareja parental, una infidelidad no tendría por qué afectar la función como padre en relación a los hijos.

Si tu hija te descubre siendo infiel, desde el apego creo que sería importante que te acerques a brindarle un espacio de seguridad y confianza para que te pueda hablar sobre sus inquietudes e incluso sus reclamos, pues una de las probabilidades es que también lo viva desde la traición a la unión entre mamá y papá y de la estabilidad familiar, lo que pudo genera enojo, confusión, molestia y tristeza, por lo cual el espacio para que hable al respecto y que tú como papá generes una figura de soporte y le ayudes a manejar esas emociones será fundamental para reforzar y sanar la unión y la confianza. La escucha incondicional será muy importante porque le puede transmitir una sensación de valor a lo que siente, pues independientemente de los argumentos o razones que puedas darle sobre la infidelidad, lo que tu hija sitió al descubrirlo es válido desde su percepción y que tú tengas la disposición de darle ese valor es clave para sanar la relación con tu hija desde la empatía.

Lo más probable es que desde tu posición no sea del todo satisfactorio sentarte a abrir un espacio donde probablemente escucharas entre líneas o explícitamente, dependiendo del tipo de comunicación que tengas con tu hija, que eres una mala persona, que has hecho lo peor que pudiste hacer, que es algo imperdonable y un sinfín de juicios y acusaciones, que fuera de que sean reales o no, piensa que el espacio no está enfocado en determinar tu culpabilidad o juzgar tus razones, sino en escuchar y contener las emociones e inquietudes de tu hija. No se trata de defender algo o defenderte. Se trata de transmitir el mensaje de: pasó algo, quiero escucharte, estoy aquí para ti y dispuesto a sanar lo que se haya fracturado.


Desde la perspectiva de pareja amorosa/pareja parental puedes aclarar que una infidelidad se da desde la pareja amorosa y que tienes el interés de que esto no impacte en tu rol y figura como padre, pues tus funciones de cuidado, educación y crianza se hacen desde tu compromiso como papá.


En ambos casos lo más importante es transmitir el mensaje de que tienes la disposición e interés de aclarar y resolver lo que ocurra dentro del ámbito familiar con responsabilidad, compromiso y desde una comunicación clara, directa y efectiva y a asumir las consecuencias.


Si no sabes cómo acercarte con tu hija o tienes dudas o inseguridades sobre cómo abordar el tema, puedes acudir con un psicólogo para que te ayude a aclarar lo que quieres hacer o comunicar y te ayude a encontrar las herramientas o fortalezas necesarias para enfrentar está situación de la manera más funcional hacia la relación con tu hija. Además, también puedes trabajar, desde lo personal, con lo que esto te hizo sentir y el impacto que tiene en tu vida.


Independientemente de las circunstancias, puedes hacer que esta situación sea un aprendizaje parental y se generen oportunidades para construir acercamientos, acuerdos y compromisos muy valiosos con tu hija e incluso de soporte mutuo, pues con los respectivos límites sobre lo que se dice al respecto de la infidelidad a una hija, podría ser muy enriquecedor conocer su opinión y escuchar sus consejos. Sin importar la edad, los hijos pueden ser un cofre lleno de aprendizajes que te alimentan como persona y como papá.

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