Sentirse amado y atendido es un sentimiento que busca con regularidad el ser humano, encontrar a alguien al que le importemos llena en mucho la vida de las personas; las atenciones, las llamadas, los obsequios o simplemente el sentirse escuchado y comprendido son situaciones que vincula de manera muy importante a los individuos.
Mujeres y hombres buscan por igual esta condición, pero si a la persona que lo provee o se considera que lo puede hacer se idealiza, la aceptación al rompimiento o al rechazo se torna inimaginable por el dolor que puede causarles.
El idealizar es un grave error… en todos los casos terminaremos por decepcionarnos, ya que se parte de premisas poco sólidas, normalmente son imágenes que magnificamos en nuestras mentes y sentimientos, convirtiéndose en una fantasía lo que pensamos y vemos.
La obsesión es “darle rienda suelta” a esa idea, convencidos de que es real y cegados por tiempos más prolongados. La obsesión nos aleja de la cordura y hace obstinado a quien lo padece, se crea un vínculo de codependecia con la imagen creada, entrando a un estado de sin razón.
Es una especie de locura temporal que empuja a los individuos a actuar irracionalmente, es un deseo o ilusion llevado a los límites. Quien padece este trastorno temporal es capaz de realizar cualquier cosa con tal de alcanzar lo idealizado.
Las mujeres perseguidas por los ex novios omnipresentes, las amantes retando a las esposas con anónimos, los esposos perdonando cualquier infidelidad y los novios perdiéndose en los laberintos de su confusión, son situaciones frecuentes que se presentan en este tipo de casos.
Se puede decir que la terquedad y la ceguera son la constante en ese camino: se molesta y se hostiga a los que libremente han deseado buscar otras alternativas en sus vidas. Se debe tener presente que todos los extremos son malos, sobre todo el extremo que incomoda y afecta a quien lo recibe.
Por esa razón, entender que hay límites en la actuación de los individuos y no sobrepasarse, es algo que debe estar presente para terminar sanamente una relación.