La dinámica social ajetreada en la que nos movemos actualmente ha provocado que las relaciones se hayan convertido en conexiones, por lo regular, superficiales y cada vez menos duraderas. Se han inventado los divorcios exprés y la unión libre ya es un estado civil oficial y tiene tanta validez y beneficios legales como el matrimonio.
Pocas personas ya consideran casarse y si se casan lo hacen después de años de relación, se separan a los pocos meses y después del primer conflicto. Vivimos en la era de los productos desechables y las relaciones de pareja también han adoptado esa modalidad.
El psicólogo Robert J. Sternberg (1986) diseña la Teoría Triangular del Amor, que es una estructura sobre los componentes y funcionamiento de las relaciones de pareja, en cuanto al movimiento y dinámica dentro de la relación, en donde se dan las diferentes expresiones de cariño y según la tendencia a los componentes se desarrollan los diferentes tipos de amor.
De acuerdo a esta teoría existen tres componentes básicos en la relación de pareja: • Intimidad. Es la parte donde existe el vínculo, la conexión y se puede mostrar de forma libre y natural cada persona. • Pasión. Es el deseo por estar unido con la otra persona y la expresión de necesidades. • Compromiso. Es la decisión de estar, amar y mantenerse junto a la otra persona. Cuando uno de estos componentes sufre algún desajuste o no funciona igual para ambas partes es probable que se generen problemas y conflictos dentro de la relación. Cuando estos problemas no se pueden solucionar por medio de la comunicación y los acuerdos, sería importante considerar la posibilidad de acudir a terapia de pareja. La terapia de pareja es un proceso psicoterapéutico en el que se abre un espacio donde se revela el funcionamiento de la pareja y es posible ver la dinámica de la relación desde un punto de vista objetivo y profesional por el especialista.
La terapia de pareja sirve para trabajar en:
Mejorar el proceso de comunicación.
Integrar metas individuales con las metas en pareja.
Formas de expresiones de afecto.
Expresión de emociones.
Manejo de desacuerdos.
Manejo de situaciones y respuestas hostiles.
Reparar el distanciamiento.
Problemas en las relaciones sexuales.
Acompañamiento en el divorcio.
La terapia de pareja tiene más probabilidades de éxito cuando se busca la ayuda y orientación al detectar los primeros síntomas de conflicto constante y no cuando ya son insoportables, cuando se habla abierta y honestamente del problema, se tiene apertura para escuchar y atender la situación, interés por trabajar, hacer cambios y adquirir herramientas y sobre todo cuando ambas partes tienen la disposición de ir a terapia.
Aquí te dejo algunas preguntas frecuentes sobre la terapia de pareja:
¿Todos los problemas de pareja se pueden arreglar en terapia?
No, hay problemas personales que, aunque impactan en la relación de pareja, no son propios de la terapia de pareja.
¿Qué hago si mi pareja no quiere ir a terapia?
Como mencioné arriba, es importante que ambas partes se involucren y tengan la disposición de asistir a terapia de pareja. Si tú consideraste asistir a terapia de pareja pero tú pareja no quiere ir, quizá podrías buscar una terapia individual y trabajar personalmente las angustias o molestias que te genera tu relación.
¿Los divorcios se pueden evitar con la terapia de pareja?
Depende de la causa del divorcio y de la posición de ambas partes, el divorcio puede evitarse; siempre y cuando los dos estén de acuerdo en seguir con la relación.
¿Siempre es necesaria la terapia de pareja?
Hay situaciones que se pueden arreglar o mejorar en casa desde la intimidad y cercanía de la pareja con comunicación clara, acuerdos internos y el compromiso de ambas partes de escucha y disposición para participar pro activamente en mejorar los inconvenientes que surjan en la relación. La terapia de pareja ayuda a facilitar estos procesos cuando no se dan de forma fluida y clara en la relación.
¿Una situación de violencia se puede arreglar en terapia de pareja? Sí, pero es importante considerar que la persona violenta y la violentada podrían necesitar terapia individual que refuerce el trabajo de la terapia de pareja.
Por Cindell Hernández