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Carolina Grajales

¿Quién saca primero el condón?

Actualizado: 6 sept 2023


En esta época de grandes avances, transformaciones tecnológicas y científicas, se corrobora que los cambios sociales son lentos y traen consigo resistencias al cambio que paulatinamente se pueden ir debilitando. Ahora se puede decir que las cosas han cambiado, pero no tanto, y es justamente en el ámbito de la sexualidad en el que se perciben dificultades incluso para hablar sobre el tema.

Sexualidad es un vocablo que está presente en las pláticas cotidianas de forma directa y más bien indirecta a través de chistes, bromas, películas, novelas, canciones, y sin embargo, no es fácil definirla, cada persona le atribuye sentidos diferentes, aunque se tiende a relacionar más con órganos genitales, penetración o con la reproducción. Sólo que la sexualidad trasciende estos espacios dado que implica el gusto por ti primero y por supuesto, el gusto por las otras personas, además es también una forma de comunicación.

En mujeres u hombres, la sexualidad tiene que ver con la representación que tienes de tu cuerpo, con lo que sientes y piensas del mismo e incluye acciones, temores, conocimiento o desconocimiento, emociones, afectos, actitudes de todo tu cuerpo no sólo de una parte. La sexualidad es una construcción histórica que comprende tu nacimiento, la sociedad en que vives en un tiempo y espacio determinados. Se expresa a través de las formas de pensar, sentir, actuar, comportarse, incluyendo capacidades intelectuales y vitales asociadas al sexo dentro de tu contexto cultural, relaciones familiares, amistades, relaciones políticas, económicas, diversión, en fin tiene que ver con tu visión del mundo.

Así, en esta sociedad centrada en el varón y donde el poder lo ejercen los hombres, las mujeres en realidad no son dueñas de su cuerpo y por tanto, no deciden siempre sobre su sexualidad; algunas mujeres todavía requieren la firma del marido para efectos de planificación y salvo el Distrito Federal, ni pensar en la interrupción de un embarazo por decisión propia, sin tener consecuencias sociales y legales.

Recuerdo que una mujer decía y “¿cómo le digo que use condón?”: pues en español y en voz alta, no hay otra opción, porque hay dos razones para utilizar algún método anticonceptivo: evitar embarazos y/o prevenir Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), recordando que estas infecciones no se contagian por contacto casual, sino que se transmiten directamente de un cuerpo a otro, mediante el contacto entre una persona sana y otra enferma. En otra época se consideraban infecciones “secretas” o “vergonzosas”, no es que ahora se exhiban, pero hay cierta tendencia a tocar el tema con mayor apertura.

La dificultad que se tiene para hablar con el compañero sexual, tiene relación con los mitos, prohibiciones y tabúes alrededor de la sexualidad y es uno de los temas más difíciles de afrontar para la gente joven y también para algunas personas adultas. Alguna ocasión en un grupo mixto se comentó que “¿quién sacaría primero el condón?”, si la chica decía “yo traigo un condón” antes de la relación sexual, su pareja podría pensar “¿qué clase de mujer eres que traes un condón?” (una mujer informada podría contestar) Y si el varón lo decía, su pareja quizá dijera: “quieres usar condón porque sólo me estás considerando tu pasatiempo”. Así que es complejo el asunto.

La salud constituye un derecho humano y una de las formas de ejercerlo es indagando si la otra persona tiene o no alguna ITS, por ello sería recomendable que cuando alguien empieza una relación sexual se hagan la prueba del VIH, o para saber si tienen alguna otra infección. Incluso aunque se tenga mucho tiempo con la misma pareja habría que tocar el tema y exigir el uso del condón, está demostrado que factores socio culturales impiden que las mujeres eviten infectarse. Un informe de la Secretaría de Salud reporta que “el VIH-SIDA (…) está afectando de manera alarmante a los heterosexuales, siendo las amas de casa las más afectadas, la mayoría han sido infectadas por su cónyuge…” (*) Así que esto no se puede dejar a la confianza o al “¡cuánto te quiero!” Se trata de un problema de salud pública en el que se juega hasta la vida y un serio obstáculo lo establecen las costumbres conservadoras apegadas al machismo.

Por otra parte, se ha dado preferencia a la sexualidad reproductiva y sobre la no reproductiva en muchas ocasiones prevalece el silencio y hasta es tema prohibido, lo cual tiene su origen en la influencia judeo-cristina. Es un tanto común que las parejas no digan “vamos a tener relaciones sexuales” y mucho menos indicar si usarán condón o no, tan sólo lo hacen y si hay diálogo, hablarán sobre lo gratificante que fue, pero en ocasiones ni eso, sólo prevalece el silencio. El Informe del Centro Nacional para la Prevención y el Control del SIDA (CENSIDA-2012) de la Secretaría de Salud, señala que las mujeres utilizan menos el condón que los hombres, lo “que evidencia posibles factores de vulnerabilidad en las mujeres debido a cuestiones de inequidad de género, por lo que es necesario continuar con estrategias que empoderen a la mujer para el uso del condón y la negociación de este (…)” (2012: 24)

El conocimiento sobre tu sexualidad se puede ir ampliando para desentrañar aspectos básicos sobre actitudes y comportamientos, lo cual tendría que hacerse teniendo en cuenta la perspectiva de género para comprender los roles de mujeres y hombres en la sociedad actual. Un acto de amor para ti misma lo constituye la decisión de contribuir a la cultura de la prevención en todos los ámbitos ¿Por qué no empezar cuidando lo más valioso que tienes: tu cuerpo? Porque si las mujeres no somos dueñas de nuestro cuerpo, entonces ¿de qué somos dueñas? Como mujeres habrá que repetirse una y otra vez “¡MI CUERPO ES MÍO!” Y creértelo pues realmente será tuyo si lo conoces y aprendes a valorarte y a ejercer tus derechos en todas las facetas de tu vida.

(*)http://www.infoveracruz.com.mx/2013/04/alarma-incremento-de-vih-sida-en-amas-de-casa-piden-continuar-con-campanas-de-prevencion/ (Consultado el 3 de noviembre de 2013) http://www.censida.salud.gob.mx/descargas/biblioteca/VIHSIDA_MEX2012.pdf (Consultado el 3 de noviembre de 2013)

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