Es cierto que la infidelidad ha aumentado considerablemente en los últimos años, a pesar de que la mayoría de las personas dicen, creen que ser infiel es malo. Diferentes estudios coinciden en señalar que entre el 40 y el 50% de los adultos ha sido infiel alguna vez en su vida.
Ello puede variar dependiendo de los países. Consideramos que la infidelidad es un acto o vivencia de carácter sexual, que puede tener connotaciones amorosas, que una persona lleva a cabo fuera del matrimonio o relación de pareja estable. La infidelidad en la actualidad puede llegar a ser igual en hombres y mujeres. De ahí el comentario de que no puede haber muchos hombres infieles si no hay mujeres para serlo.
A veces se discrimina a hombres y mujeres al decir que “ellos” son más reacios a perdonar; dando por sentado que “ellas” lo harán con mayor facilidad. Es una falacia, ya que dependerá del tipo de personalidad, carácter, valores, vigencia y fortaleza del vínculo, la permanencia del deseo o no, la existencia de afectos positivos por la otra persona.
La pregunta ¿se puede perdonar una infidelidad? tiene diferentes respuestas. Algunos pueden, otros no, y en ciertos casos es prácticamente imposible. No siempre es suficiente la voluntad de perdonar. Perdonar una infidelidad conlleva procesos personales, emocionales en ambos miembros de la pareja de carácter muy profundo, y si se sale “bien librado”, es porque los “dos” se han recuperado de tan compleja y difícil situación.
También debemos considerar que habrá hombres y mujeres que han llegado al hastío de infidelidades reiteradas y “aceptadas” en silencio, hasta que la persona afectada decide terminar con la situación vía la separación.
Cuando se sufre una infidelidad, las reacciones pueden ser variadas y diferentes al mismo tiempo. La persona aludida se siente traicionada (ella/ él), devaluada, puede pasar por períodos de tristeza y ansiedad. Su autoestima se ve afectada y llega a vivir situaciones y condiciones emocionales complejas, difíciles de comprender y resolver por sí misma.
Para la mayoría de las personas no es fácil perdonar a alguien que le ha sido infiel, ya que el resentimiento y el rencor que quedan después, es algo que posiblemente afecte a la relación para siempre. Algunos dicen que es más fácil perdonar una infidelidad cuando menos información sobre ella se tenga. Es muy difícil dejar pasar lo ocurrido. ¿Se trata realmente de dejarlo pasar? No, sino de perdonar a pesar de todo si es lo que desea la persona afectada, no es una tarea sencilla.
Perdonar una infidelidad no deja de ser un asunto muy personal que conjugará experiencias y sentimientos; pasando por el replanteamiento y significado del vínculo de la pareja. Como cada quien -afectado/a- puede llegar a vivir esta situación traumática, de tantas formas personales y de cómo actuar ante la nueva realidad a la que se tiene que enfrentar.
Existen personas que desde el momento de enterarse de la infidelidad deciden que nunca la perdonarían. Ese pensamiento puede cambiar y también a la inversa. O sea, entender la situación y llegar a perdonar.
Comprender la infidelidad es vital, ella no es una causa, sino más bien una consecuencia del desequilibrio prolongado de la relación de la pareja. Perdonar la infidelidad dependerá de cada afectado, el tipo de infidelidad, con quién, por qué... Son preguntas que las personas afectadas se hacen tiempo después del primer impacto, al enterarse de la infidelidad. La infidelidad puede llegar a perdonarse, ello dependerá de diversos factores personales de los miembros de la pareja en situación. En consecuencia, no existe una regla de cómo van a reaccionar las personas afectadas por la infidelidad. En la práctica profesional nos hemos encontrado y tratado situaciones donde los hombres que comprenden la causa de la infidelidad de su pareja, pueden llegar a perdonar. Ello requiere de ciertos principios: amarse o quererse, mantener vivo el deseo sexual del uno por el otro y la intención de querer seguir juntos, a partir de la comprensión de las causas y razones que llevaron a la infidelidad. Bajo tratamiento de Pareja se pretende re-significar el vínculo de la pareja, lo que podría llevar a la situación del perdón.
Se requiere estar dispuesta/o a perdonar. Luego del engaño se requiere sanarse a uno mismo y a la relación a través del perdón, así decidan separase o seguir juntos. Aunque se haya decidido no perdonar al infiel, asumir la separación como un hecho definitivo, sin la elaboración de la pérdida del vínculo y la pareja, uno quedará con una herida abierta, misma que no permitirá a la persona sanar para recuperar la capacidad de volver a tener una nueva pareja, elegirla adecuadamente y poder volver a amar.
El perdón depende de varios factores internos y externos a la relación de pareja. Dicen algunos “expertos” que perdonar es tan doloroso, ya que la infidelidad arrasa con la estructura e idea que se tenía de la pareja y la relación de la misma.
Será más fácil perdonar una infidelidad cuanta menos información se tenga de ella. ¿Usted está de acuerdo? Yo no. Perdonar es un proceso difícil y prolongado, y cuanta más información tenga de las causas que llevaron a su pareja a serle infiel, podrá aprender a discriminar lo que es importante y valioso, de aquello que en realidad puede ser falso o producto de una conducta recurrente en la infidelidad. Cuando los miembros de la pareja tratan de comprender para intentar perdonarse, deben tener en cuenta que nada volverá a ser como antes. Tendrán que evitar el rencor en la relación, y ello difícilmente se logra sin la intervención de un profesional de Psicoterapia de Pareja. Ya que los sentimientos en los miembros de la pareja han cambiado y tendrán que reparar su vínculo de manera progresiva. Aclarar los temores y las dudas, si no será casi imposible perdonar.
Para la mayoría de las personas no es fácil perdonar a alguien que le ha sido infiel, ya que el resentimiento y el rencor que queda después, es algo que posiblemente afectará mucho a la relación. De ahí la recomendación de acudir a un especialista para su atención. La Psicoterapia de Pareja no es la panacea ni garantiza nada a que los miembros de la pareja se encuentren en condiciones de lograr darse y recibir el perdón. Es labor de la pareja en proceso de psicoterapia quien logra perdonar y aceptar, generando un nuevo camino para ellos. Es un proceso largo y valioso, que bien vale la pena intentar.
Si se dejaron de amar y desear, no habrá opción de perdón.
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