Hoy me referiré a la mujer en especial, con el tema del título “la tercera en discordia”. Se debería pensar qué lleva a las mujeres a establecer una relación de amantes con un señor casado. No es fácil ser amante…o sea mantener una relación prohibida, oculta y estigmatizada por el entorno, pero que también puede poner en peligro a la pareja estable.
Lo cierto es que hay diferentes razones por las cuales se puede elegir ese camino: hay un componente homosexual en esto de querer estar en medio de una pareja en la que la esposa oficial siempre está presente de algún modo, pero también podemos notar otras circunstancias para ser la tercera en discordia, ya sea por desesperación, por dinero, por sexo o por escapar de la soledad, aunque produzca terror asumir el compromiso de ser amante.
Es bastante común escuchar en consulta que una mujer se acuesta con su jefe, pues al hacerlo obtienen un beneficio que es que les levanten el sueldo por lo que se sienten atraídas por este tipo de hombres que representan poder, status social y autoridad. Luego cuando se llega a analizar el sujeto toma conciencia de esta actitud trepadora y utilitaria.
También podemos ver que abundan las mujeres que juegan con hombres casados para darle celos a un novio o para olvidar un viejo amor, o porque su marido no la atiende como ella necesita, en ese caso hay que darse cuenta que ese juego tiene un carácter vengativo.
Hay algunas mujeres que son muy competitivas por lo que se entrometen en una pareja establecida, tratando de ganar siempre la atención, y esta es una actitud inconsciente ya que si llegan a terapia se puede visualizar en forma inmediata que la competencia no nació producto de las relaciones actuales, sino que eso data desde su más tierna infancia en donde fue creciendo y compitiendo con hermanas o con su madre por la atención del papá. Entonces se busca a hombres casados para obtener un triunfo edípico, quedarse con el amor de ellos que representa el lugar del padre.
También hay mujeres que caen ingenuamente frente al “cuento” del hombre infiel que les dice: “mi mujer nunca quiere tener relaciones sexuales “y sienten compasión y se colocan en una posición de salvadoras mesiánicas.
Algunas mujeres disfrutan del amor a medio tiempo, siendo la amante, la “trampa” o la “otra” que se encuentra de día, nunca en horas de madrugada y, no les importa ser el número dos, o estar en un 2do plano pues prefieren ser la amante amada y no la esposa engañada.
Comentários