Eso de tener pareja es un lio y un reto. La palabra Pareja que viene de estar parejo, es decir, de la misma magnitud, invita a dos personas a establecer y seguir con un contrato explícito de igualdad para relacionarse armoniosamente.
Sabemos que hay mucho más de lo que no se dice contra lo que si se dice cuando una pareja comienza a formarse.
Hay cosas que se dicen abiertamente entre las parejas heterosexuales, como horarios de convivencia, tiempos, vestimentas, formas de hablar entre hombres y mujeres, formas de comportamiento con las familias de origen, deseos materiales, estilos de contacto y hasta formas de pedir cercanía para hacer el amor.
Sin embargo, hay dos temas que suelen ser tabú entre las parejas, el dinero y el sexo.
Hemos sido poco entrenados para develar los misterios que conllevan los secretos del amor sensual y los poderes ocultos de Don dinero. Por lo que mucho de las diferencias entre los géneros radica en no tolerar las diferencias individuales de los significados de estos conceptos. También son diferentes las razones por las cuales hombres y mujeres desean tener pareja.
Más allá de la compañía, la posibilidad de tener descendencia, el deseo de crecer junto a alguien que ofrece amor y ternura, así como tener proyectos comunes, hay siempre deseos propios que se relacionan con las carencias narcisistas.
No se puede generalizar, pero si consensuar que las mujeres están más cercanas a buscar al afecto y sus expresiones sexuales, que, aunque saben cómo disfrutar del sexo, lo practican como un hecho que consolida la relación de pareja y que los hombres suelen desear de tener sexo sin que sea un cierre o promesa de un lazo para siempre. Ya sea con afecto implícito o sin él.
Ellos desean una pareja para tener sexo, y ellas sexo para tener pareja.
Menuda contradicción que marca otra diferencia cuando la relación extraconyugal se presenta.
¿Que se ofrece a otro fuera del matrimonio? ¿Se puede uno alejar de las expectativas originales de género?
Las expectativas amorosas se modifican con la edad, las vivencias y la cultura, así como se va modificando durante la vida la práctica y la teoría sobre el sexo y el amor.
¿Puede una persona verdaderamente diferenciar el afecto y los sentimientos del mismo cuerpo? Me parece que cuando alguien ejerce su sexualidad, ya sea conyugal o sexo extraconyugal, ese alguien tiene un solo cuerpo para expresarse y sentir a través de su piel que es ese mismo ser que esta en la búsqueda de algo, y la búsqueda se hace con el cuerpo, que contiene a los afectos, por lo que no creo posible diferencia del todo la infidelidad emocional de la corporal.
El cuerpo erótico también es el cuerpo emocional. Ambos conceptos son inseparables a menos que estemos en el terreno de la ilusión romántica y eso no suele ser el problema entre hombres y mujeres.
La infidelidad es una, ya sea que predominen los afectos o las sensaciones eróticas.
¿Tú qué opinas?
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