“Es más importante tener la suficiente madurez, más que, el que nuestro cuerpo esté listo, para enfrentar y vivir nuestra sexualidad por vez primera.”
Esta y otras son las frases que escuchamos o escribimos como lo hace Ana, escritora, en su blog: “Era la primera vez que estábamos a solas, me sentía tímida pero segura, con él me hallaba muy a gusto. Comenzamos a besarnos cada vez con más intensidad, sus manos comenzaron a tocarme primero tímidamente y al ver que yo no ofrecía resistencia, desabrochó mi blusa y deslizó sus manos para sobar mis duros y firmes pechos. Sentía su excitación y estaba comenzando a asustarme, ¿y si papá y mamá tenían razón y los hombres solo pensaban en eso? Su mano se guio ahora hacia mi muslo, subiendo lentamente por debajo de mi falda sin dejar de besarme, sus gemidos iban subiendo en intensidad y cuando iba a tocarme mi sexo, vinieron a mi cabeza los discursos de mis padres sobre lo pecaminoso e impío que era el acto sexual (” l osrelatosdeanuska.blogspot.mx/2013/09/mi-primera-vez.html)
Hoy, con la libertad sexual lograda, jóvenes y no tan jóvenes, enfrentan una pregunta crucial: ¿Hacerlo o no hacerlo? ¿. ¿Y por qué? ¿O, quiero o no quiero?
Interrogantes presentes, a pesar de la emancipación lograda…
Independiente de los miedos que acompañan a esta libertad, una primera vez sexual para ambos sexos es fundamental y definitoria para las futuras relaciones sexuales puesto que, puede ser recordada con placer y cariño o con dolor y vergüenza.
La primera experiencia sexual, si es aceptada, se espera que sea una experiencia placentera, positiva y segura, puesto que es una experiencia única, en la cual no hay vuelta atrás. Vivencia que matiza a las futuras relaciones sexuales dentro de la patología o la salud.
. Por lo tanto sugiero que se tome en cuenta:
1.- Una comunicación clara con la pareja.
2.- Conocimiento suficiente acerca de los riesgos y su prevención: enfermedades de transmisión sexual, embarazos no deseados y otros.
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3- Comunicación clara con la pareja, con la finalidad de llegar a ella de manera tranquila y planeada.
4.- No hay una edad de iniciación. La pone la pareja si ambos están de acuerdo. En las últimas encuestas plantean que la edad de inicio para ambos sexos en nuestro país, es entre los 13-15 años. Edad relativa dado que se modifica según religión, costumbres y cultura a la que se pertenece.
En muchos núcleos de la sociedad, la “virginidad” es importante para lograr un matrimonio y su pérdida enfrenta a la mujer, a situaciones de gran angustia y vergüenza por no “haber sabido cuidarla”. En otros medios es frecuente que se inicien jóvenes sin ninguna problemática.
Una primera relación sexual deja huella positiva o negativa por lo tanto es una decisión personal y única…tú decides si vives el impulso o no…