En los 80's me tocó combatir la lucha contra el SIDA y entonces aprendí de la relación directa que hay entre nuestro sistema inmunológico y nuestros estados de ánimo. En aquel entonces entendí que el conteo de linfocitos T o CD-4 era directamente proporcional al estado de ánimo de una persona. Esto significaba que entre mejor estado de ánimo y menos #estrés mostraba el paciente, su conteo de células CD-4 sería mayor. La importancia de esto radica en que estos linfocitos T o CD-4 son las células encargadas de coordinar y estructurar LA DEFENSA de tu sistema inmunológico (macrófagos, neutrófilos, linfocitos B, etc.) contra los micro organismos invasores como el coronavirus o COVID-19.
Para tratar de aclarar esto, imagina que tu sistema inmunológico es como un ejército que la naturaleza te dio para tu protección. En un ejército hay soldados, capitanes y generales… Pues los CD-4 son los generales que orquestarán todo un programa de defensa para proteger a tu cuerpo. Lo maravilloso en este punto es que además de que tu cuerpo de manera natural te defenderá de este “bicho”, después del ataque tu sistema inmunológico creará anticuerpos, los cuales son una copia exacta del agente malvado que te atacó (#virus, #bacterias, #toxinas, etc.) PERO…!!! En su versión buena y que quedará implantada en tu cuerpo para defenderte por si este virus regresa y ya no podrá hacerte daño.
La rapidez y fortaleza con la que actuará tu sistema inmunológico, en una parte importante, dependerá del buen estado de ánimo que tengas y del nivel de estrés bajo el cual te encuentres. Los sentimientos positivos, la alegría, la risa, sentirnos amados y respetados, recibir una caricia física o verbal, son factores que definitivamente pueden influir en nuestro estado de ánimo y por ende en tu sistema inmunológico. Diferentes estudios nos señalan que el estrés excesivo afectará de manera negativa a nuestro sistema inmune y con ello a nuestra capacidad de autodefensa.
La psiconeuroinmunología es la interdisciplina que nos permite reconocer la importancia de los factores psicosociales en nuestra respuesta inmunológica (Ader 2007). Y de ello deriva nuestra recomendación del día de hoy: Rechaza noticas alarmantes, mantente informado en fuentes fidedignas; agrega en tu agenda, como responsabilidad, generar momentos para pasarla bien, diviértete, descansa, comparte. Compartir genuinamente genera alegría. ¿Recuerdas lo que sentimos cuando nos desbordamos a DAR en los terremotos que sufrimos en México? Ese espíritu de generosidad por encima de la envidia nos hace bien, nos hace más fuertes en lo espiritual, emocional y en lo inmunológico.
Por otro lado, no perdamos de vista que como sociedad tenemos una de las paradojas más difíciles que la humanidad podría haber enfrentado, porque para disminuir la propagación del virus tenemos que parar todo, así no nos infectamos y saldremos de esta crisis más rápido. Pero… si paramos todo y dura demasiado tiempo, los enfermos no podrán pagar a sus médicos, los médicos no tendrán dinero para pagar la renta de sus consultorios, el casero del consultorio no le podrá pagar a la señora que hace el aseo, la señora del aseo no tendrá para dar de comer a sus hijos y así podemos seguir esta cadena que en algún momento a todos nos alcanzará y no tendremos el recurso necesario para subsistir. Por eso, debemos reconocer que es una locura hacer compras de pánico, es una estupidez aprovecharse de esta situación para subir precios, esto favorecerá el pánico y con ello un desequilibrio económico y emocional.
Es momento… primero que nada DE UNIDAD, GENEROSIDAD, RESPONSABILIDAD, ALTRUISMO, BUENA VIBRA, Y ESO LOS MEXICANOS LO LLEVAMOS EN LA SANGRE. Hay que ser fuertes emocionalmente, lo que significa… al mal tiempo buena cara, sonreír porque así cuidas tu sistema inmunológico, ser estratégico en tus finanzas porque así no paras la economía!!!! Es momento de pensar en el otro; gasta en tu comunidad, compra en el mercado y la tienda, hay personas que sobrevivirán gracias a ti. Cuídalos para que te cuiden. Y al pasar la crisis y ver que fuiste parte de los que tomaron una actitud constructiva, generosa y propositiva, te aseguro que tu autoestima mejorará y te sentirás muy bien.
El amor pregunta: ¿Qué puedo dar? Y el egoísmo responde: ¿Qué gano yo?
Anónimo
“Quien come olvida el hambre de los demás.”
Franz Joseph Emil Fischer
Bibliografía.
Ader, Robert. Psychoneuroimmunology, Academic Press. 2007. ISBN 978-0-12-088576-3