Decepción, coraje, tristeza y confusión, son algunos de los principales sentimientos que experimentan los hijos cuando viven un acto de infidelidad por parte de alguno de sus padres, pues sin importar la edad que tengan, la imagen natural hacia sus progenitores es de respeto y sobre todo de admiración; normalmente constituyen su modelo a seguir y los consideran cuasi perfectos, por lo que descubrir su traición resulta sumamente doloroso.
Todos los núcleos familiares experimentan altas y bajas en su relación pues la vida en pareja tiene diferentes caras. Sin embargo, para los hijos todos estos vaivenes forman parte de su existir y se adaptan de manera constante sin mayores miramientos y cuestionamientos.
Es por esto que, aun cuando alguno de los padres acuse con sus hijos la actitud del otro, regularmente estos no se involucrarán de manera profunda en sus asuntos ya que simplemente observan las desavenencias por sus diferentes apreciaciones. Es natural que en algunas ocasiones le den la razón a uno y en otras al otro pues así comienzan a formar su propio criterio y no se dejarán afectar de manera radical por una mala comunicación o por los diferentes puntos de vista existentes en la familia.
Sin embrago, lo que en definitiva afecta seriamente a los hijos es la presunción o consumación de una infidelidad en la relación de sus padres, ya que es un hecho palpable de su falta de honestidad y eso pone en duda la calidad y probidad del que causo la ofensa. Además, su sentir se verá igualmente magnificado o azuzado si el conyugue afectado, cegado por el dolor y la desesperación, se martiriza frente a sus hijos para destruir la imagen del otro, sin medir las consecuencias que esto acarrea.
La infidelidad durante la infancia y adolescencia de los hijos genera un conflicto aún mayor, pues en estas etapas de transición fácilmente se pierde la percepción de lo correcto e incorrecto y la importancia de los principios y valores. Para que esto no suceda, es necesario remarcar que las decisiones tomadas por la pareja, nada tienen que ver con el amor que se les tiene a los hijos pues el vínculo con ellos es aún más fuerte y trascendental.
En los últimos años ha sido muy notorio el aumento de consultas recibidas en Detectives Privados México, sobre cuestiones de infidelidad, realizadas por personas preocupadas por la situación sentimental de sus padres. Ya sea que soliciten información de nuestros servicios por petición del familiar que tiene sospechas o que lo hagan a título personal, es evidente que el involucramiento de los hijos en estos temas se ha incrementado para confirmar o desmentir la infidelidad.
En otros casos, la preocupación está en que los padres de edad avanzada se puedan ver mal aconsejados o persuadidos por las amantes para despojarlos de su patrimonio y futuras herencias.
Nuestra recomendación primordial es entablar una buena comunicación con los hijos y nunca ponerlos en contra de la pareja por los errores que haya podido cometer ya que siempre se debe recordar que estos están concebidos en su formación con un 50% del padre y un 50% de la madre y se encuentran ligados a estos de por vida por lazos consanguíneos.