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¿Amor u obsesión? ¿cómo visualizar la diferencia?


Por: M.T.F. Liliana Patricia Reveles Quezada*

Qué interesante poder reflexionar sobre el amor y la obsesión en relación a la familia, sobre lo que para cada uno de nosotros es la familia ideal y perfecta, y cómo ello puede desviarnos o distorsionar la propia realidad en que vivimos.

Ubiquémonos en varios contextos o etapas de vida, pues es de esta forma como cada uno nos plantamos y podemos llegar a tener una postura e interpretación sobre lo que es un ideal de familia y como esto impacta en nuestra manera de vivir.

En la mayoría de las culturas la sociedad ha establecido a lo largo de la historia estereotipos e ideales sobre cómo tiene que ser una familia; su conformación, funciones, roles, dinámica, etcétera. Dicha situación se trasmite de generación en generación a través de la socialización que el ser humano tiene en su desarrollo desde que nace y a través de las distintas etapas de su vida.

A la par la sociedad también ha ido modificando las formas y significados de las instituciones sociales como en el caso de la “familia”, sin embargo, parece que los ideales de una familia perfecta no se modifican a la par de lo que la realidad demanda y es entonces donde se ve o puede verse afectada la forma de vivir en las personas.

Si en este momento tu eres un hombre o mujer que forma parte de un matrimonio o viviendo en pareja, con hijos, ya sea pequeños o adolescentes y aún jóvenes, ¿cómo estás viviendo el proceso de crecer en familia?, ¿te has puesto a pensar si cada una de las cosas que haces están enfocadas a cumplir con un ideal que de acuerdo a tu forma de pensar es la forma perfecta de cómo debe de ser una familia, tu familia, o la familia que construyeron en tu mente?

O si eres un joven o adulto que aún no has iniciado una familia propia (esto depende del contexto cultural en que te encuentres) ¿cuál es la idea que tienes sobre formar tu familia?, ¿es algo en lo que has reflexionado?, ¿tiene expectativas al respecto?, ¿cómo son dichas expectativas?, ¿te mantienes consciente de que hay una realidad que supera lo ideal o te enfocas en apegarte a tu idea de familia perfecta y no ves viable que se dé en la realidad?

Recordemos que las personas somos formadas en un ambiente donde los padres y familiares van trasmitiendo y estableciendo expectativas sobre lo que esperan de los hijos, así como marcando ideas sobre lo que tienen que hacer y lograr para verse como individuos exitosos. En relación a cómo formar una familia propia, los hijos estructuran su idea en base a cumplir con las expectativas que han integrado a partir de lo que sus padres, familiares, amigos, escuela, iglesia y sociedad en general plantean, demandan, y que a la vez esta información es integrada en el pensamiento, en la consciencia moral, en la visión de vida de cada persona.

De acuerdo a estudiosos de la psicología, hay un aspecto que se desarrolla en la personalidad del ser humano que lo lleva a comportarse, pensar y hasta sentir en función del “ideal del yo” y/o “súper yo”, elementos que se componen de las valoraciones de los educadores y/o padres, que incluyen la descripción de las conductas que la persona tenderá a realizar o a evitar, y a las cuales se llegan a someter. De aquí se deriva como consecuencia del temor al castigo si no las cumplen, o a sentir condicionado el afecto.

Entonces en este sentido puede haber personas que luchan porque su familia se apegue a las expectativas a las que ellos están sometidos (ya sea por influencia de padres y figuras de autoridad importantes) y las que consideran que los llevarán a tener una familia perfecta, sin embargo, esto se puede volver una obsesión misma que se confunde con el amor, ya que si preguntáramos a los padres el por qué parece que se aferran a establecer.

ciertas formas y reglas a seguir, sus respuestas versan en que para ellos es lo mejor… sin embargo no se dan cuenta que los miembros de la familia, los hijos o la pareja están viviendo una demanda que no concuerda con que se cubran con sus necesidades afectivas, de tiempo o económicas etc. pues es tanto el afán u obsesión que se pierde de vista las necesidades del otro, lo que está marcando que no es amor.

Una de las explicaciones a esta obsesión es la necesidad del padre o madre a cumplir con expectativas a las que se ha sometido, mismas que lo llevan a tratar de alcanzar el afecto o aprobación de figuras de autoridad que marcaron su historia de vida (padres, abuelos, maestros, tíos, etcétera.) en este sentido hay una necesidad de ser aprobado o de no ser criticado y lo que hacen es siempre caminar hacia una perfección que atropella la individualidad de los demás miembros de la familia.

Conversando con una joven sobre las expectativas de sus padres hacia ella, manifestaba que sus padres quieren que se case, forme una familia, pero a la vez no permiten que salgan, conozcan gente y formalice una relación (no con la gente que ella elige) … ante esto ella prefiere tener paz y no entrar en conflicto con sus padres, pero si siente que violan sus garantías individuales…. En esta experiencia se puede identificar que hay una carga fuerte de expectativas por parte de sus papás hacia la chica, situación que la hace sentir hasta confundida porque parece un doble mensaje, por un lado “tienes que casarse y formar una familia” por otro “no nos gusta y no queremos que salgas con ciertas personas”, y los más trascendente para la hija en este caso es vivirse con una violación a sus derechos como persona adulta que es, y su decisión ha sido no salir para no entrar en conflicto.

Considero que estos padres están enfocados en lo que creen que es mejor e ideal para la vida de su hija, pero probablemente no se dan cuenta que la realidad de su hija es diferente, las necesidades que ella tiene no han sido cubiertas o entendidas, lo que la hace vivirse como un miembro de la familia no plena… y sin embargo los padres pueden creer que hacen lo mejor para su familia, lo mejor para su hija, no llegan a darse cuenta del impacto en ella. Entonces ¿luchar por un ideal de familia perfecta realmente lleva a ello?, o ¿tiene un costo muy alto a tal punto que la vida de los hijos puede estar limitada a realizar sus propios deseos y cubrir sus necesidades de acuerdo a su realidad vivida?

Para otras personas hay consciencia de que las creencias de una familia perfecta solo existe en un ideal, que no es posible alcanzar, pues la realidad lo confirma al observar las actitudes, comportamientos y formas de pensar de las mujeres y hombres de hoy, situación permeada por una serie de cambios socioeconómicos y culturales que no podemos dejar de lado, y aun así la idea de familias perfectas es tan fuerte que muchos no nos damos cuenta de que la realidad rebasa lo que quisiéramos y que siendo así hay que empezar a modificar y flexibilizar tantas expectativas que se tiene al respecto de la familia, nuestra familia y las familias de nuestros hijos, tomando en cuenta que hasta el concepto de familia ha cambiado y ahora tiene muchas variantes en la realidad social en que nos encontramos.

Tomando en cuenta lo comentado, la búsqueda o afán de tener una familia perfecta apegada a esas expectativas y/o mandatos que han sido establecidos por los cuidadores y figuras de autoridad, pueden llegar a convertirse en una obsesión cuando a través de ello se trata de alcanzar esa mirada de los otros que confirmen una aprobación que probablemente no se suplió adecuadamente en las primeras etapas de vida.

Y qué pasa con el impacto en la familia, hay que preguntarles a los integrantes ¿se sienten queridos, amados y respetados? ¿te apoyan y comprenden tus padres o tu pareja? si tú te das a la tarea de preguntarle a tu familia estas interrogantes ¿qué crees que responderían?, ¿estás dispuesto o dispuesta a escuchar y tomar en cuenta su sentir y necesidades propias, aunque se alejen de tus expectativas?, ¿crees que esto es amar?

La armonía familiar no se plasma en una fotografía, se va tejiendo todos los días con detalles de cariño, atención y dando el ejemplo, sólo así demostramos un auténtico interés por cada una de las personas que viven con nosotros.

Se requiere que como parte de una familia en el rol o función que tengamos, como padres, hijos, hermanos, abuelos, etc., poder ser capaces de reflexionar sobre el papel que estamos ejerciendo, preguntándonos si lo que hacemos para ser o llegar a ser una familia perfecta realmente está llevando a nuestra familia a sentirse limitada, sin disfrutar de la vida, sin suplir sus necesidades en todos los aspectos, sin sentir el respaldo y apoyo que se requiere para crecer y realizarse como personas en el mundo.

Es importante comprometerse con el otro logrando un equilibrio entre nuestras expectativas y la realidad que vivimos, respetando que, aunque se luche por ideales y valores que se comparten en familia, cada persona tendrá que tomar una postura y visión propia e individual ante la vida, donde la familia tiene que respaldar, confiando en que la unión dará una base que ayudará para que cada persona logre ser plena y disfrute cada etapa y decisión de su vida.

Toda familia puede ser feliz sin importar la posición económica, situación cultural o académica, los valores humanos no se compran, se viven y se otorgan como el regalo más preciado que podemos dar. No existe la familia perfecta, pero si aquella que lucha y se esfuerza por lograr vivir en plenitud.

Si no hay comprensión y respeto mutuo, no te engañes: no es amor. Si las personas de tu familia no se sienten comprendidas y respetadas, hay que revisar qué pasa, por qué se sienten de esa manera, ver si tiene que ver con el afán de buscar el modelo de la familia perfecta que se nos ha vendido, desviándonos de la realidad y de lo que en verdad necesita cada uno de nuestros familiares. Yo invito a ser auto reflexivos al respecto y dejemos de observar y calificar lo que debe o no debe de ser y retomemos las preguntas que en párrafos anteriores se mencionan... revisar si nuestra familia disfruta de su vida, si nosotros disfrutamos de la nuestra.

M.T.F. Liliana Patricia Reveles Quezada (colaboradora ISKALTI).

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