Con mucha frecuencia, los casos que nos presentan sobre la sospecha de infidelidad se basa en que se detecta el padecimiento de una Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), debido a que se tiene la certeza de que únicamente se han mantenido relaciones sexuales con la pareja, o por otra parte, es común el temor de ser infectado cuando se sospecha de que la otra persona tiene alguna otra relación o relaciones.
Normalmente las personas más afectadas en este tipo de situaciones son las mujeres, quienes después de una revisión ginecológica de rutina o de los resultados de un análisis clínico, se dan cuenta que han sido infectadas.
Es un tema de gran importancia para todos ya que en muchas ocasiones se contagian infecciones que pueden llegar a causar la muerte y es en los casos en que el individuo tiene un mayor número de parejas sexuales, donde aumenta el número de confirmaciones de infección.
Una actitud poco reflexiva y de mínimos cuidados ante este problema de salud, puede involucrar al individuo no únicamente en una infidelidad, también en secuelas más graves como la propagación de la infección en el interior de su familia y de quienes lo rodean, muchas veces, con consecuencias irreversibles.