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Cómo la infidelidad se combinan con los celos.


Celos, celitos, celotes... de esos que carcomen y matan todas las esperanzas, de esos que queman el alma y despiertan a todos los demonios, de esos que es tan difícil hablar porque si se mencionan se salen de su cauce y lo hacen a uno hacer muchas cosas de las cuales nos podemos arrepentir... ¿qué es primero, los celos o la infidelidad? ¿Que genera qué?

Si mi pareja me ha generado celos ¿entonces yo busco venganza? O a su vez, ¿se comete una infidelidad y esta misma, invita a la celotipia? Y si una persona sólo esta celosa, sin motivo, ¿qué tiene que hacer su pareja amorosa para generarle celos?, ¿no será una forma extraña de llamar la atención?, ¿de inseguridad personal?, ¿de miedos infantiles que se depositan en la pareja porque no se pudieron resolver en la etapa correspondiente?

Bueno pues todo esto puede suceder, los celos son una característica natural del ser humano, así como la capacidad de sentir miedo y envidia, pues nacemos con la capacidad para sentirlos, no son un afecto aprendido.

Los celos aparecen en el desarrollo del niño a muy temprana edad. Son parte de la estructura psíquica del bebé que sirve entre otras muchas cosas para diferenciarse de los otros, de lo que tiene o no tiene, de lo que le pueden quitar o considera que le pertenece; así podemos ubicándolos en aspectos de territorialidad, poder y posesión. También están enmarcados en el terreno de la rivalidad y de la competencia, provocados por el dolor y el duelo de perder al amado o por una afrenta narcisista mal manejada.

Suele ser común que los celos, por ser un afecto complicado, se proyecten en los otros en vez de ser aceptados por uno mismo, es decir, si yo estoy celosa y no me atrevo a reconocerlo, digo que tú estás siendo el celoso o que yo te estoy provocando el malestar. Son formas de aceptación de algo que molesta internamente.

¿Pertenecen al mundo femenino o los hombres pueden aceptar ser celosos?, ¿qué dice la cultura?, ¿” mujeres celosas….hombres enojados”?

Las parejas tienen sus lenguajes públicos, pero también privados, y muchas veces cuando algún integrante de la misma decide ser infiel, el otro suele percibirlo sin exactamente saber que sucede, y es muy común la reacción de los celos, y se dice en plural porque los celos son generadores de sentimientos muy intensos de miedo, ansiedad, depresión, angustias, agresiones y autoagresiones que pueden llegar hasta generar sensaciones de locura. Suelen provocar fantasías muy auto-agresivas y alteran negativamente el estado de la autoestima, por lo que son generadores de sufrimiento, muchas veces innecesario.

¿Cómo podríamos diferenciar los celos que corresponden a un factor de realidad, de aquellos que vienen de nuestros miedos infantiles y de nuestras fantasías de perder al amado o a la musa de nuestro cuento de hadas?

La comunicación con la pareja y un poquito de autoconocimiento serían una buena dosis de autocontrol, para evitar caer en situaciones que nos hagan daño. Te invito primero a ver el mundo interno primeramente y después platicar con la pareja para no adivinar o inventar historias y buscar cómo ayudarse mutuamente.

Es buena idea tenerlos controlados y puestos en el lugar que verdaderamente corresponden. Manéjalos bien en tratar de buscar ser mejores personas, construyendo en vez de destruyendo.

*Las opiniones contenidas en este artículo son responsabilidad del autor.



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