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Carolina Grajales Valdespino

"Dicen que la distancia es el olvido..."



(La barca, Antonio Machín)

Las relaciones amorosas de lejos o a distancia, han sido una constante en la historia humana, y las parejas no están condenadas a romper por esta situación, pues la distancia y la soledad tienden a generar fuertes vínculos con la persona amada. En el presente, las nuevas tecnologías de la información y comunicación despliegan grandes oportunidades. Existe el riesgo de descubrir que no era amor lo que sentías o que surjan las infidelidades, pero con distancia o sin ella pueden darse, depende de quienes construyen el vínculo.

Antaño, las personas fortalecían lazos amorosos por la vía epistolar y ofrecieron el testimonio de sus relaciones por cartas que se convirtieron en clásicas, por tanto, un amor en esta situación puede fructificar. “Amor de lejos es de pen…sarse” cantaba el genial Chava Flores o “el mundo parece distinto cuando no estás junto a mi…” y “Porque tu allá y yo acá” dice en tono sentencioso el relato lírico y diversos intérpretes, poetas, novelas, dramaturgia y demás, se han referido a los amores de lejos dándole múltiples interpretaciones.

Personas que se aman y viven separados por numerosas razones, es un hecho social plenamente vigente y se corrobora con los siguientes datos: en el 2013, habían 231.5 millones de migrantes internacionales, de los cuales 52% eran hombres y 48% mujeres, la edad promedio 38 años y México aportaba 13.2 millones de personas, de los cuales el 98.1% vivía en Estados Unidos. (SEGOB. CONAPO; 2014) También considérese la migración interna a lo largo del país, por parte de quienes laboran en la milicia, en el mantenimiento de instalaciones de la más variada índole, las y los agentes de ventas y cualquier otra actividad.

Lo anterior indica que en el momento en que leas esta nota, alguna persona en distintas partes del mundo o de nuestro país, está recordando a su amada/amado con el anhelo de volver a verle. Pero la distancia no necesariamente implica olvido cuando se tiene la certeza de amar profundamente a esa persona; la lejanía no extingue el amor, incluso puede fortalecerlo; lo que si corre el riesgo de apagarlo, es si una de las partes implicadas pone distancia mediante la indiferencia, esto puede causar dolor en su pareja e ir desgastando la relación de manera paulatina. Pero la causa no sería propiamente la distancia geográfica, sino la que se desencadena interiormente por una actitud distante.

En esto no hay receta que valga, sólo se pueden hacer ciertas sugerencias para sostener una relación a distancia. Un aspecto fundamental, aunque ya resulte casi una obviedad, lo es la comunicación y una actitud optimista. Siendo realistas, estar frente a frente con la persona amada no es garantía de establecer una comunicación profunda, a veces esta es muy convencional o escueta y en un mensaje electrónico o por carta, tus reflexiones pueden ser más profundas por el análisis que haces para escribir. Por el uso del internet se ha recuperado, en parte, la tradición epistolar que casi se había perdido y ahora la gente volvió a escribir gracias a esta era tecnológica.

Un elemento que puede influir de forma decisiva en los amores de lejos, lo constituye el entorno familiar y de amistades,porque sobrarán personas que no le vean sentido a tu relación y sus comentarios podrán ser destructivos y dañinos. En esta situación lo recomendable es que de forma asertiva (sin agresión) demandes respeto hacia tu decisión de mantener ese amor y buscar apoyo emocional entre personas que tengan una actitud positiva sobre tu relación.

Ante la ausencia del contacto físico, los celos pueden alterar la realidad, por ello hay que crear las formas de mantener el acercamiento diario, sea por skype, mensajes de texto, y cualquiera de las modalidades electrónicas, pero planteando un horario fijo y hacer el esfuerzo por cumplir con puntualidad, como si se tratara de una cita. Platicar lo cotidiano que sucede en la escuela, trabajo y familia, para que la persona lejana se sienta integrada por estar al tanto de los sucesos.

El amor de lejos implica un esfuerzo adicional, dedicación, cambio de hábitos y todo un proceso interno de apropiación y ajuste emocional marcado por la soledad y la evocación de la persona amada y considerando que se trata de una situación temporal, porque si es un cambio de país por un trabajo o irse a estudiar por varios años y el plazo es indefinido, entonces el planteamiento es diferente y valdría discutirlo, o se van juntos o cortan la relación.

Finalmente, el amor es como una moneda al aire, jamás tienes la certeza de cuánto durará, por lo mismo requiere construirse un espacio de confianza y compromiso, porque mañana no sabes qué sucederá, considero que este posicionamiento ayuda a cuidar la relación, de lo contrario podrían pensar que tienen segura a la otra persona y eso si es grave. Me gusta imaginar a la relación de pareja como sosteniendo agua en tu mano abierta, la sostienes, cuidas que no se caiga, pero también está libre, se puede escurrir o evaporar de tu mano o puede permanecer ahí, contigo, juntos. Pensar que en una relación de pareja, se puede ser “uno”, sin nunca dejar de ser dos, sin perder jamás su autonomía e independencia, ejerciendo siempre su ciudadanía. Así que “amor de lejos y de cerca pueden ser de pen…sarse”, si no lo sigues atendiendo con amabilidad y afecto, porque ninguno tiene la propiedad del otro/otra. Así que no siempre la distancia es el olvido.


Referencias:

SEGOB. CONAPO. Fundación BBVA BANCOMER. Anuario de Migración y Remesas. Presentación a prensa. México, 2014.

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