Hemos notado que las relaciones interhumanas suelen ser muy complejas pues todas son tan diferentes como personas hay en el mundo, por ello a lo largo de la historia se ha tratado de regularlas creando leyes tanto impositivas, es decir, obligatorias, o bien potestativas como son los convencionalismos sociales y las normas establecidas en el hogar.
El objetivo de ambas es tratar de que se conserve el buen trato y la tolerancia entre las parejas con el objeto de que prevalezca un ambiente de respeto a la integridad física y personal de cada una de ellas y de acuerdo a sus intereses personales y sociales.
Existen una serie de conceptos no escritos dictados únicamente por la razón, el instinto y la experiencia social y son aceptados universalmente. Con estos de moldean las fisionomías de las distintas regiones o países así como sus integrantes y así se establecen igualmente los diferentes roles sociales, económicos, políticos y culturales, asumiendo cada quien una actividad de convivencia que le permita sobrevivir y cumplir con su naturaleza.
En todo este contexto los individuos que integran una relación de pareja van acomodando su personalidad a los roles que muchas veces las circunstancias les van dictando de ahí que tenemos un inmenso espectro de comportamientos y actitudes dentro de sus relaciones interpersonales como el coto de poder que creen deben tener, la empatía, la imagen, la tolerancia, los objetivos, ilusiones y frustraciones, traumas y experiencias entre otros muchos factores van creando y ajustando al individuo con su pareja, sin embargo el ingrediente fundamental para que estas grandes complejidades puedan acoplarse o convivir debe existir la tolerancia y un enorme entendimiento sobre sus circunstancias.
Realmente el rol que juegue un individuo dentro de una relación no se circunscribe al género, posición económica, ni tampoco debe ser una preocupación el buscar una imagen preconcebida la cual sea inmaculada o inamovible, el rol no es lo más importante realmente, lo que importa es que se cumplan los objetivos por los que la pareja está unida, cualquiera que ellos hayan deseado alcanzar en común.