La maldad y la bondad son subjetivas y sobre todo en una situación de infidelidad ya que no es posible hablar de culpabilidad, sólo nos queda enfrentar la corresponsabilidad. Como adultos que suponemos ser, el hecho de aceptar nuestras decisiones y vivir sus consecuencias es un acto del día a día, pero pareciera ser que aún no somos capaces de hacerlo de manera consciente.
La infidelidad se suscita por una gran variedad de causas y circunstancias, pero, sin lugar a dudas, la más recurrente es la insatisfacción de alguna de las partes involucradas. Lo anterior deriva en una búsqueda inconsciente de tener aquello que se añora dentro de la relación más allá de la misma. Es decir, si mi pareja es insensible o poco detallista, estaremos buscando a una persona sensible y detallista y así en diferentes escenarios.
Como mencioné en un artículo anterior, el hecho de tener una pareja estable implica la aceptación de la falta de completud, en otras palabras, aceptar que nunca estaremos completos supone un esfuerzo sobrehumano de nuestra parte; lo que nos lleva a la siguiente reflexión:
En una infidelidad, el culpable es…
• La mujer, quien al sentirse no amada, no comprendida y no escuchada, sale en busca de un oído que la escuche, la apapache y no la juzgue.
• El hombre, quien, al verse falto de sexo, exigido y restringido, está en la búsqueda de pasión desenfrenada y cero restricciones, o
• El tercero en discordia, quien al ser guiado como por un imán se aprovecha de la vulnerabilidad del otro para hacer un acercamiento furtivo y devorar a la presa.
Lo anterior es un ejemplo de las múltiples situaciones que se presentan. Es por eso que muchos se apegan al bien conocido dicho: “Si la burra no era arisca, sino que la hicieron”, cuando la sabiduría popular bien lo ha establecido: “Tanto peca el que mata a la vaca como el que le agarra la pata”. Es cuestión de enfoques, dirían aquellos quienes no son capaces de asumir responsabilidades.
La infidelidad por sí misma, sugiere una falta de compromiso, aceptación y honestidad en la cual no se pueden buscar culpables. Así que… a hacerse responsable de sus actos y por lo tanto, consecuencias para seguir adelante con o sin la pareja actual.