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Es como un manglar en el desierto.


Los manglares son como el amor verdadero. Tienen gran capacidad de adaptación, de estar evolucionando a las condiciones que se presenten siempre generando bienestar en su entorno. El manglar, como el amor trascendente, tiene la capacidad de darse con generosidad a su rededor en un número inimaginable de servicios ambientales y de hecho, gran parte de la vida del planeta se sustenta en la existencia de los manglares.

Los manglares son captadores de ozono, ayudando a combatir el cambio climático y ante un huracán, son los que absorben gran parte de la energía de estos fenómenos naturales, evitando mayores tragedias. Estos ecosistemas resguardan una cantidad impresionante de vida, de especies de fauna y flora únicas.

El amor cuando es honesto, desborda lealtad y confianza que conllevan a un sinfín de valores positivos que, a su vez, nos envuelve, por así decirlo, en una serie “psico-sociológico-sustentable” que nos provoca una sensación de bienestar que impacta nuestros círculos sociales de influencia de manera positiva y hacia la persona que experimenta esa vivencia.

El amor, como los manglares, requiere de: conservación, protección promoción y diagnóstico constante.

Conservación. - en la forma de ser constantes. Que no solo sean aniversarios de ensueño y una vida cotidiana de infierno. Una convivencia diaria estable con los mínimos indispensables de estabilidad económica y bienestar.

Protección. - hacia la pareja, no de sobreprotección, ni celos enfermizos, alejamientos o indiferencia. Estar al pendiente y alertas de las necesidades en todos los rubros de la pareja amada.

Promoción. - en alentar ese amor generando una percepción social que de viabilidad socio cultural a nuestra pareja en nuestros círculos de influencia. Importante que esta promoción sea hacia el interior de la vida en pareja, no buscando la aprobación externa, ni desdeñándola, pero si priorizando la confidencialidad.

Diagnóstico. - Estar atentos a los estados de salud, física, psicológica y espiritual de nuestra pareja es vital. Alentar y redescubrir los puntos de oportunidad y las fortalezas de nuestro dúo, acrecentará sus posibilidades de éxito y desarrollo.

Conservar, Proteger, Promover y Diagnosticar nos permitirán tener una relación en la medida de lo posible gozosa de estabilidad y viabilidad, permitiendo que factores externos sean mejor conducidos, trabajados y expulsados de nuestros campos de influencia.

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