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Matrimonio heterosexual ¿camuflaje homosexual?


Hace un par de años escribí un artículo titulado “¿Mujeriego, Don Juan o casanova?” en el cual traté de explicar la diferencia que existe entre estos tres tipos de hombres:

El diccionario define al mujeriego como el hombre que frecuenta sexualmente a muchas mujeres. Por ende, determina al hombre que no se sujeta a la fidelidad.

De una manera semejante un Don Juan es un hombre que necesita seducir y “se enamora” (sentimiento que es tan efímero, que podríamos afirmar que nunca se da) de cada mujer con la que establece un vínculo, pero una vez que consigue su objetivo la abandona, aquí el mensaje es que sólo les interesa sentirse victoriosos por la conquista y obtener placer…

…En último lugar, el Casanova es un sujeto de una pasión descomunal cuya esencia consiste en una gran capacidad de poder amar a las mujeres, siempre andan en busca de un nuevo amor, lo interesante de estos hombres es que se dice que detrás de ellos hay una homosexualidad no admitida.

Me parece que justamente podríamos retomar a los Casanova que son hombres que conscientemente no saben que en el fondo detrás de cada una de sus aventuras o infidelidades hay un fuerte impulso que trata de mantener reprimida su homosexualidad latente o de clóset como se le llama coloquialmente, sin embargo, también es importante detenernos a reflexionar sobre lo que pasa del otro lado, es decir, con las mujeres que se enamoran de ellos.

Imagina por un momento lo doloroso, duro e impactante que puede ser el enterarte o descubrir que tu pareja a la que amas con todo tu corazón y en quién tenías plena confianza te es infiel… si lograste sentir, aunque sea un poco esa sensación ¡sabrás que no exageré! Si una infidelidad es per se así de fuerte imagina lo que puede ser el que tu pareja te sea infiel con un familiar o tu mejor amiga, luego entonces, no te quiero explicar cómo es el impacto que se vive cuando descubres que tu pareja te es infiel, pero ¡con alguien de su mismo sexo! Cabe aclarar que el comentario pretende que el lector dimensione algo como esto y no que se lea como una especie de prejuicio moralista, ya que para una mujer el enterarse de algo así la lleva a cuestionarse su feminidad, su identidad y el por qué no se dio cuenta desde un inicio.

En una encuesta realizada por el New York Times, se encontró que entre 1.7 y 3.4 millones de mujeres están o estuvieron casadas con un hombre homosexual. Como decía unas líneas arriba hay hombres y mujeres que son homosexuales y no son conscientes de ello y hay otros que saben que lo son, pero por miedo a la crítica o el rechazo social inician una relación heterosexual llegando a consumar el matrimonio y generándose una vida paralela sin dimensionar el alcance del daño que pueden hacer.

Aún y cuando cada vez es más frecuente escuchar este tipo de casos, en la práctica clínica puedo decir que resulta difícil decir si la infidelidad es sinónimo de salud o enfermedad, ya que cada quien tendrá una particular concepción de lo que es salud y enfermedad, puede ser funcional para el que la comete, pero disfuncional para el que la padece, de ahí que cada quien define cuáles son sus límites y sus alcances en una relación.



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