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¿Son más infieles las mujeres o los hombres?

Actualizado: 17 jul 2023



“Si no eres feliz en una relación, conclúyela antes de empezar otra”. Esta propuesta parece muy sencilla y evitaría grandes problemas, ya que a lo largo de la historia se tienen registros de múltiples castigos dados a personas infieles, desde garrotazos, azotes, mutilación de genitales, hoguera y hasta la perdida de la vida, pese a toda la infidelidad está presente y gozando de cabal salud.

La infidelidad es un hecho histórico de carácter íntimo que compete a familias, y al mismo tiempo tiene repercusiones de todo tipo en la sociedad luego que responde a un ordenamiento estructural patriarcal, si bien cada pareja establece las medidas sobre comportamientos aceptados o no en cuanto a sus relaciones, tal acuerdo tiene consecuencias diferentes para mujeres y para varones.

En todas las culturas y etapas históricas las mujeres infieles han sido estigmatizadas. La literatura nos da múltiples ejemplos, en Las Mil y una Noches (cuentos medievales del siglo IX), se detalla en forma muy explícita como las torturaban y mataban por infieles; en Madame Bovary o Anna Karenina, en ambas novelas al final, los autores “las suicidan”. En cambio, a sus compañeros de transgresión, se les exalta como triunfadores y poderosos.

La infidelidad masculina es parte de los privilegios del poder político y económico. “Todos los presidentes (mexicanos) han tenido sus amantes, estaba bien visto, les vestía y era parte de su gallardía, del prestigio presidencial”, dice Mónica Lavin (2012). Se considera a la infidelidad como una noción social abstracta, sexuada, colmada de temores, dilemas, estereotipos y hechizos. Esto lo demuestra la gran cantidad de estudios que se hacen al respecto.

En el 2007, la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) encontró que las causas para ser infieles en México son semejantes en mujeres y hombres, aunque varía el orden de importancia. Hacen énfasis en la frustración, problemas de comunicación con la pareja, insatisfacción sexual, perciben falta de amor, características específicas que les atrae en otras personas, dinero y, por último, “desquitarse de la pareja por una infidelidad previa”.

La reiterada pregunta ¿si son más infieles las mujeres o los hombres?, me parece que es más por morbo que por otra razón, dado que poco ayuda a modificar el asunto. Queda clara la intención de justificar la infidelidad masculina por vía del determinismo biológico, con un conveniente Gen encontrado, y por otra parte, difundir que las mujeres son más infieles, cuando tradicionalmente se piensa lo contrario.

Argumentemos: la elección de un titular periodístico conlleva un propósito y desde el 2008 y actualizado en 2015, en internet y en algunos diarios nacionales, se publicó un reporte de que “estudios científicos” detectaron en Suecia el Gen RS334, que los hace más proclives a ser infieles y promiscuos.

Así se anuncia con bombo y platillo que la ciencia, por fin, encontró al culpable de la infidelidad masculina, no menciona a las mujeres, por cierto, y en el mismo reportaje añaden: “los que no portan el gen pueden ser iguales, altamente promiscuos y tampoco se comprometen a largo plazo.” (Milenio; 2015: 27 de enero) ¿Entonces? Una vez más la ideología se disfraza de ciencia.

Resulta simplista examinar este hecho social desde la biología, si el objetivo es promover su tolerancia y apoyar conductas machistas, pues antes la infidelidad se explicaba mediante las “incontrolables necesidades sexuales” masculinas. Se decía que esto les permitía a los varones amar y ser infieles, con la aceptación y el silencio de la sociedad.

A finales de octubre de 2014, otro “estudio científico” en grandes titulares “descubre que las mujeres de México son las más infieles” (La Jornada 27 de octubre de 2014) según el sitio de internet “Ashley Madison”, portal de relaciones extra maritales y “aventuras discretas”, reporta que las mexicanas están en el número uno de la lista de infidelidad femenina resultado de una encuesta en la que se analizó a 36 países. Informa que, en México, el perfil promedio es una mujer de 32 años con dos hijos y que han vivido en pareja al menos dos años. (Milenio; 2014: 27 de octubre) Con esta información basada sólo en sus usuarias, por extensión, todas las mexicanas nos convertimos en las más infieles del mundo ¡Vaya forma de extrapolar y simplificar el fenómeno!

Sin embargo, entrando al sitio encontré que el portal cuenta con más de 850,000 usuarios en México, de los cuales son mujeres 350,000, así que los hombres resultarían más infieles. De donde se puede concluir que la gran afirmación no es tan real, porque además no aclara cuál fue su metodología, si por “asomarse” al sitio ya estás considerada infiel o cómo lograron comprobar que en realidad la infidelidad se dio o tan sólo se estableció comunicación mediante el sitio, hay una ausencia de información, al menos yo no la encontré.

Así que regresando a la pregunta original de quien es más infiel, podemos afirmar que los datos son sub-registros, porque en lo general, se aplaude a un hombre que declara tener muchas mujeres (falta que sea cierto) y de las mujeres se espera que se declaren fieles (no sabemos). Así que pese a estudios, estadísticas y genes, en cuanto a infidelidad, nos queda bien señalar que “de las cosas seguras, la más segura es la duda” y cada quien construya su propia respuesta. Ya viene la primavera y hay que disfrutarla.


Referencias:

Diario Milenio. Gen de infidelidad sirve para pruebas prenupciales. Blanca Valadez. México. 27 de enero de 2015. http://www.milenio.com/cultura/gen-infidelidad-pruebas-prenupciales_0_453554649.html

Frustración, primera causa de infidelidad en México. http://www.jornada.unam.mx/2007/06/17/index.php?section=sociedad&article=038n2soc (Consultado 15-02-15)

Lavin, Mónica. (2012) La casa chica: los grandes amores siempre son clandestinos. Editorial Planeta. México.


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